
¿Quién responde?
Redacción La Última
Es lo que se preguntan los 150 pasajeros del vuelo AV 4877 , que cubría la ruta Bogotá- Neiva, que no pudo aterrizar en el aeropuerto Benito Salas de la capital del Huila por razones climáticas. Los pasajeros tuvieron que padecer por horas esperando una respuesta de la aerolínea Avianca, que no le brindó a todos los pasajeros garantías para poder esperar el nuevo vuelo.
Sin bien, está situación es inesperada, los retrasos y demoras si genera muchos inconvenientes a los pasajeros afectados.
¿Que sucedió?
El vuelo AV 4877 partió el sábado en la noche de la capital del país, con destino a Neiva, al arribar a la capital bambuquera, la tripulación del avión le avisó a los pasajeros que evaluaban si podían aterrizar en medio de las difíciles condiciones climáticas de ese día, pues había mucha turbulencia.
Según una pasajera que habló con la última.com.co el avión dio al menos cuatro vueltas por la ciudad pero nunca maniobró para aterrizar. Finalmente los pasajeros fueron avisados que debido al peso del avión y a que la pista estaba muy mojada, era difícil aterrizar por lo que debían volver a Bogotá.
Luisa Paola Espinosa, le narró a este medio de comunicación como vivió esta situación y lo difícil que fue para muchos de los pasajeros esperar hasta dos días para que les asignaran un nuevo vuelo. Lo peor del caso es que no a todos les garantizaron hotel, y varios viajaban con bebés en brazos.
“Primero, duramos como media hora para que el avión arrancara, que porque se había dañado un bombillo del avión, a parte cuando llegamos a Neiva y el clima como estaba, había demasiada turbulencia, estaba muy, muy feo”, señaló Luisa.
Y añadió, “por el peso y por la pista mojada no se podía aterrizar, duraron 20 minutos dando vueltas por Neiva… Llegamos a Bogotá, como a las 9, y cuando llegamos a Bogotá, Avianca le estaba respondiendo por hotel soll a quienes venían de otros vuelos, es decir, a quienes estaban haciendo escala”.
“A los que no estaban haciendo escala, no les respondieron por hotel… Gracias a Dios yo tenía donde quedarme, pero me dio mucho pesar porque había gente que no tenía donde quedarse, que andaban con bebés en brazos y Avianca no quería responderles, fue una grosería”, agregó.
Para completar, los pusieron a dar vueltas para retirar equipaje, pues los mandaban para algunos lugares donde no era, “nos hicieron voltear por el equipaje, el servicio de Avianca es malísimo”.
Antes las exigencias por respuestas, a algunos pasajeros les fue mejor que a otros, a algunos les dieron vuelo el domingo en la mañana, y eso porque al parecer, bajaron a otros pasajeros que ese día tenían vuelo. Otros todavía están allá.
“Nos dijeron que el vuelo salía el lunes en la noche. Sacaron gente del vuelo de la mañana del domingo, para meter algunos de los vuelos atrasados”, indicó Luisa.
No garantizan nada
Frente a esta situación, muchos se preguntan quién responde frente a estas situaciones en las que en nada tiene responsabilidad el pasajero, y es quien más sufre.
A cuantos no les ha tocado pasar noches en los aeropuertos esperando reasignación de vuelos, sin que las aerolíneas atiendan con humanidad estas situaciones.
¿Cuales son los derechos del usuario para este tipo de casos?
1. La aerolínea deberá informar a los pasajeros sobre demoras en los vuelos, cancelación y desvío de los mismos.
2. Si el vuelo se retrasa entre 2 y 4 horas, el viajero tiene derecho a refrigerio y a una llamada de tres minutos.
3. Cuando la demora sea superior a cuatro horas e inferior a seis, además de lo anterior, se deberá proporcionar al pasajero alimentos (desayuno, almuerzo o comida, según la hora)
4. Si la demora es superior a seis horas, y atribuibles a la aerolínea, los viajeros recibirán una compensación de mínimo el 25% del valor del trayecto, la cual se paga en dinero o en otra forma que el pasajero acepte, como tiquetes en la ruta de la aerolínea, bonos o reconocimiento de millas.
5 . Si el vuelo es interrumpido después de las 10 de la noche, la aerolínea deberá proporcionar hospedaje y gastos de traslado cuando no se encuentre en su lugar de domicilio, a no ser que el pasajero acepte prolongar su espera cuando sea previsible que el vuelo se va a realizar en un plazo razonable.