Por: Jorge García Quiroga
“Que el fútbol y el deporte son una pasión en nuestro país, todos lo sabemos, pero ignoramos su aporte a la economía.” El partido Colombia vs Argentina, aunque se juega en Barranquilla, genera una gran cantidad de dinero en todo el territorio.
La motivación por el encuentro toca las emociones para que más personas lleguen a los restaurantes, bares y, en esa misma medida, a los proveedores de alimentos y toda la cadena de suministro. En cada pueblo y ciudad, los establecimientos mejoran sus ventas y, de paso, el estado de ánimo de sus habitantes.
Las tiendas de barrio duplican sus pedidos; son las empresas cerveceras quienes hacen su agosto. Las tiendas deportivas, legales y también las piratas, venden como nunca los artículos deportivos.
Si bien Barranquilla es quien recibe más turistas, en pueblos cercanos también se ve un aumento en reservas y los hoteles atiborrados. En las regiones, aunque en menor proporción, el sector hotelero también es beneficiado.
Con el aumento de turistas y locales que se trasladan para ver el partido, los servicios de transporte como autobuses, taxis, mototaxis y, nuevamente, los piratas aumentan sus recursos. En los demás municipios colombianos también crece la demanda.
Las agencias de viajes también se benefician, ofreciendo paquetes que incluyen transporte, alojamiento y entradas, impulsando el negocio y promoviendo el turismo en diferentes localidades. Los cines, teatros y otros centros de recreación también encuentran una oportunidad.
Las entidades bancarias, y por qué no decirlo, hasta los “gota a gota” se benefician; en nuestra cultura, si se gana o se pierde, se celebra, y si no hay dinero, algunos de estos nos facilitan las herramientas para disfrutar el momento.
Y qué decir de las inversiones en infraestructura deportiva, que llegan cuando se generan este tipo de eventos, especialmente en estadios y centros deportivos. Si los responsables de las políticas públicas en nuestro país entienden que el deporte no es un gasto en el presupuesto, sino una inversión, la dinámica económica sería otra, y sin hablar de los temas sociales que requieren un artículo completo.
El deporte tiene un impacto profundo en la identidad nacional y la cohesión social. Los eventos deportivos, grandes o pequeños, generan un sentido de pertenencia y orgullo entre los colombianos. Fortalecen el tejido social y animan a todos a participar en el desarrollo de sus comunidades.
El impacto de eventos como el partido entre Colombia y Argentina va mucho más allá de las grandes ciudades. Desde el aumento en la actividad comercial hasta la mejora de la infraestructura y la cohesión social, el deporte transforma positivamente la vida en todos los rincones de Colombia. Aprovechar estos beneficios de manera estratégica contribuye al crecimiento económico y social en cada pueblo del país.