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Tras ser víctima de un ataque delincuencial en su establecimiento comercial en el barrio Álamos Norte de Neiva, Jhonatan Trujillo falleció a causa de las heridas sufridas, pero su legado continuará a través de la donación de sus órganos, cumpliendo así su voluntad.
Jhonatan recibió varios disparos en la cabeza y el cuello la noche del lunes. Pese a los esfuerzos médicos, su estado se agravó irreversiblemente, llevando a los médicos a tomar la decisión de desconectarlo de las máquinas que lo mantenían con vida.
Su padre, Fernando Trujillo, recordó que, “un día hablamos que cuando él muriera, él donaría los órganos y se va a hacer la voluntad de él”. A pesar del dolor, la familia de Jhonatan ha encontrado en este acto de generosidad un sentido de propósito en medio de la tragedia.
Fernando describió a su hijo como un hombre de profundas convicciones y con un fuerte amor por la vida y por los demás. “Era la persona que todo el mundo conocía y se sentía agradable conocer”, expresó. Además, mencionó que Jhonatan era el pilar del hogar, dejando un hijo de siete años y una pareja con quien planeaba casarse y tener más hijos.
La donación de órganos se llevará a cabo conforme a los deseos expresados por Jhonatan. En medio del dolor, Fernando Trujillo y su familia han optado por cumplir su voluntad, permitiendo que su legado trascienda más allá de su vida. La donación de órganos es vista por ellos no solo como un acto de amor, sino como un tributo a la vida que Jhonatan vivió con tanto entusiasmo y dedicación.
