Política
En medio de crecientes tensiones en Colombia, Julio César Triana, representante a la Cámara, expreso su preocupación por el papel desempeñado por el comisionado de paz Danilo Rueda y la creciente influencia de las disidencias de las FARC en la región. El representante del partido Cambió Radical, argumenta que el Comisionado de Paz ha demostrado ser incompetente y carece de la experiencia necesaria para liderar las negociaciones de paz. Según él, esto ha llevado a una pérdida de territorio por parte del Gobierno y a un fortalecimiento de las disidencias.
Una de las principales críticas de Triana Quintero es la falta de avances tangibles en las negociaciones con las disidencias de las FARC. A pesar de la necesidad de un diálogo serio que entregue resultados, la ausencia de liderazgo en la figura del Comisionado de Paz ha impedido la materialización de logros significativos. Triana aboga por la designación de un Alto Comisionado y un equipo negociador de alto nivel que pueda ofrecer resultados de manera más rápida y efectiva.
La instrumentalización de la población civil por parte de las disidencias de las FARC también es motivo de preocupación. Triana insiste en que la comunidad no debe ser utilizada en los conflictos armados y hace un llamado al Gobierno para lograr un cese unilateral inmediato por parte de las disidencias, así como para excluir a la población civil de cualquier actividad relacionada con estos grupos al margen de la ley.
En cuanto a la estrategia de defensa del Gobierno y el Ministerio de Defensa, Triana argumenta que no ha habido claridad en la estrategia de seguridad nacional. La falta de resultados y operaciones concretas sugiere, según él, que el Gobierno ha relegado la seguridad a un segundo plano, lo que ha permitido que las disidencias de las FARC ganen terreno en diferentes regiones del país.
Julio César Triana destaca la necesidad de un liderazgo más sólido en el proceso de paz y la importancia de lograr avances concretos en las negociaciones con las disidencias de las FARC. Además, hace hincapié en la protección de la población civil y la necesidad de una estrategia de seguridad efectiva para enfrentar los desafíos que representan estos grupos armados ilegales en Colombia.
