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Dieciséis proyectos en el departamento del Huila fueron seleccionadas para beneficiarse de la instalación de paneles solares en el marco del programa de Comunidades Energéticas. Estas granjas pertenecen a comunidades muy vulnerables, muchas de las cuales enfrentan condiciones socioeconómicas difíciles, con estructuras de vivienda precarias y un acceso limitado a servicios básicos. Estarán ubicadas en los municipios de Villavieja, Baraya, Algeciras, El Agrado, La Plata, Isnos, Acevedo y Palestina.
El proyecto de Comunidades Energéticas se enmarca en el artículo 235 del Plan Nacional de Desarrollo, que establece la meta de promover la transición energética a través de la participación activa de las comunidades. Este esfuerzo no solo incluye la instalación de paneles solares, sino también la capacitación y formación de los beneficiarios para un uso eficiente de la energía.
La huilense Jhenny Amaya, coordinadora territorial de Comunidades Energéticas para el Huila del Ministerio de Minas y Energía, explicó que “la mayoría de las granjas seleccionadas son de juntas de acción comunal, que tienen necesidades tanto domiciliarias como productivas”. Estas juntas agrupan a residentes de diversas veredas, quienes ya operan iniciativas productivas, como despulpadoras de café y trapiches.
La financiación del proyecto es completamente asumida por el Gobierno Nacional, que cubrirá todos los costos relacionados, desde la compra de materiales hasta la formación de las comunidades. Actualmente, se está llevando a cabo una convocatoria para que empresas locales participen en la instalación y suministro de la infraestructura necesaria. Amaya destacó que “los costos de las instalaciones pueden variar entre $300 millones y $1,000 millones, dependiendo del número de usuarios en cada granja”, lo que implica una inversión significativa en el desarrollo de estas iniciativas.
La selección de las granjas se realizó a través de una convocatoria abierta desde septiembre de 2023, en la que se presentaron cerca de 18,000 postulaciones a nivel nacional, de las cuales 1,100 corresponden al Huila. Los criterios de priorización incluyeron la ubicación en municipios afectados por la violencia y el conflicto armado, así como el nivel de pobreza multidimensional. Amaya mencionó que “las granjas favorecidas cumplieron más del 60% de estos criterios”, reflejando un enfoque en la inclusión de las comunidades más necesitadas.
El tiempo estimado para la implementación del proyecto es de aproximadamente cinco a ocho meses, aunque Amaya advirtió que pueden surgir dificultades relacionadas con la formalización de la titularidad de la tierra. “Estamos acompañando a las comunidades para resolver estos problemas y esperamos que a mediados de 2025 ya estén generando energía”, afirmó. Este acompañamiento busca asegurar que las infraestructuras queden formalmente a nombre de las comunidades, aunque muchas de ellas enfrentan desafíos relacionados con la legalización de sus terrenos.
A pesar de que el Huila cuenta con una alta cobertura energética, con aproximadamente el 95% de los habitantes conectados al sistema interconectado nacional, el objetivo de este programa es facilitar la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. Amaya concluyó que “no todas las comunidades carecen de energía, sino que están interesadas en mejorar su acceso y reducir el impacto ambiental”, lo que refleja un compromiso con la sostenibilidad y la mejora de las condiciones de vida en estas áreas.
