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La carta de Leyva y los errores de Petro

Por: Andrés Calderón

Opinión

Esta semana sorprendió al país una carta enviada por el excanciller Álvaro Leyva al presidente Petro, carta que el mismo Leyva publicó en su cuenta de X. La carta sorprende por la firmeza en sus palabras, reiterando siempre su buena intención de aportar al proyecto político de Petro y por supuesto al país, como ha sido siempre el actuar de este ilustre conservador que se ha caracterizado por ser un precursor de la paz, pero también sorprende porque abiertamente revela circunstancias ya muy comentadas en los corrillos y mentideros políticos.

Y es de tener muy en cuenta las palabras de Leyva, pero no como seguramente ya saldrán a decir algunos, despotricando de su figura, diciendo que es un resentido y senil, que salió del gobierno sin ton ni son, bajo la lupa de todos los medios por el escándalo de los pasaportes, no, rotundamente no. Antes de avanzar en los detalles de la carta, me veo obligado a reivindicar la figura del señor Leyva a quien siempre he admirado, quien recuérdese, como el mismo menciona en el documento, fue mediador para la liberación de Álvaro Gómez Hurtado en el año 88 y mediador también para la liberación de 60 soldados secuestrados por las FARC en 1996. El excanciller Leyva también ha sido ministro en diferentes ocasiones, concejal, congresista, constituyente y, además, un reconocido pacifista, tanto o más que el mismo Petro.

A muchos nos sorprendió la salida de Leyva del gobierno, sobre todo de esa manera, lo que de seguro también sucedió a muchos con la salida de figuras como el economista José Ocampo y otros académicos de importante prestigio que se atrevieron a ser parte del primer gobierno de izquierdas liderado por un firmante de paz en un país históricamente de derechas. Hoy, a casi un año de terminar su gobierno, empiezan a hacerse claras las razones, para muy pocas ya conocidas desde el principio, y lo evidencia Leyva en su carta cuando dice claramente que no existe interlocución entre el presidente y sus ministros, e incluso alguno se fue del gobierno sin ser siquiera atendido por primera vez por el presidente, que es la Sarabia la que dispone a su antojo de la agenda.

Pero acaso hay algo nuevo, no lo creo, todos sabemos de la arrogancia y pedantería del presidente, aun cuando es un tipo brillante intelectualmente y sobre todo creo yo, honesto en lo que al manejo de dinero se refiere; sin embargo, lo que se espera de un líder es, en primera medida, logre cohesionar su equipo. Petro ha logrado entablar diálogo directo con la ciudadanía y eso es fundamental, sí, pero con su equipo también debe entablar diálogo y no lo ha hecho, como ya lo evidenciamos en el primer Consejo de Ministros televisado que fue un fiasco, así como en los resultados de ejecución.

Leyva también toca algunos aspectos personales del presidente, de su evidente problema de adicción a las drogas, circunstancia en mi condición de liberal debo respetar, es su vida privada, no obstante, este problema “personal” parece ser incide en el ejercicio de su cargo con sus largas ausencias (Vacíos de poder) y llegadas tardes, retraso de agendas, etcétera. No olvidemos que, si por algo ha sido criticado Benedetti, es precisamente por ese desorden de vida, con muchos más agravantes, claro. Recuérdese que aquí en el Huila se hundió toda la posibilidad de trascender al político conservador Carlos Ramiro Chavarro por su evidente problema de adicción.

También condena reiteradamente la carta, la dupla Sarabia-Benedetti, quienes dice Leyva tienen secuestrado este gobierno. Pero lo más complejo de todo y que deja mayor desazón a quienes la leímos y hemos creído siempre las posibilidades de ser del proyecto Petro, es encontrar que se ratifica la opinión de quienes hace rato venimos diciendo que el presidente está tirando por la borda una oportunidad de oro, única en 200 años de esta república, todo por su arrogancia e individualismo, su delirio de persecución cada vez más evidente en sus discursos en los que como dice Leyva promueve la lucha de clases, cuando lo que debe haber es un constante diálogo con los antagonistas de su historia. No se contradiga, presidente.

Pero la carta de Leyva es tan solo un pincelazo de lo que se evidencia en lo nacional. El otro día coincidíamos con un amigo y reconocido jurista huilense, en que la forma como se distribuyó el escenario de poder del gobierno nacional en el departamento del Huila no tiene presentación, ni siquiera los políticos tradicionales, esos manzanillos oportunistas de vieja data se atrevieron a tanto, una sola familia se quedó con tres importantes cargos en nuestro departamento, elevando el nepotismo al más alto grado y haciendo quedar en vergüenzas el proyecto de izquierdas en el Huila, y me refiero a la familia Cuéllar, pues su señor padre (Armando) quien no suelta la gerencia de la cooperativa de transportadores Coomotor, se autonombró en la junta directiva de la Cámara de Comercio del Huila, nombro a su yerno en la dirección regional de la Agencia Nacional de Tierras y como cereza del pastel, nombro a su hija en la gerencia de la Electrificadora del Huila.

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