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La juventud neivana merece más que una silla vacía

Por: Faiver Eduardo Hoyos Pérez

Opinión

La Secretaría de Juventud de Neiva no tiene titular desde hace seis meses, convirtiéndose esa silla vacía en el símbolo involuntario de una realidad que nos duele. De acuerdo con cifras oficiales del DANE, el 17% de nuestros jóvenes están desempleados, y muchos más sobreviven en la informalidad dejando a la capital bambuquera, en la posición 14 con mayor desempleo juvenil entre 23 ciudades encuestadas.

El próximo martes, el concejal Humberto Perdomo llevará este tema a debate en las sesiones del Concejo. Le aplaudo la iniciativa al concejal, ya que es una oportunidad de oro para reflexionar sobre qué territorio le estamos dejando a nuestra juventud. Porque mientras debatimos o nos hacemos los de la vista gorda, hay abogados repartiendo domicilios, administradores en call centers, ingenieros haciendo moto taxi y diseñadores vendiendo su talento por monedas.

La ausencia de un Secretario de Juventud en propiedad desde enero demuestra las complejidades administrativas que todos conocemos, pero también evidencia que necesitamos darle a este tema la urgencia que requiere. Los 80.000 jóvenes neivanos no pueden seguir esperando, ya que son ellos quienes sostendrán el sistema pensional el día de mañana, quienes innovarán en nuestras empresas y quienes sacarán a Neiva adelante.

He conversado con muchos de ellos y más de uno coincide en la frustración de tocar puertas con su diploma recién impreso y escuchar siempre la misma respuesta: “no tienes experiencia”. ¿Cómo la van a tener si nadie les da la primera oportunidad? Desafortunadamente, es un círculo vicioso que necesitamos romper con creatividad y voluntad política.

Es importante crear un verdadero puente entre la academia y el sector empresarial, dado que cada semestre, cientos de profesionales recién graduados empacan sus sueños rumbo a otras ciudades porque aquí sus diplomas no son suficientes. Paradójicamente, mientras exportamos talento, sectores estratégicos como las energías renovables con El Quimbo y Betania en nuestro territorio, mendigan profesionales capacitados. Es irónico, ya que tenemos la materia prima humana y las oportunidades económicas, pero no hemos sabido conectarles.

Como algunas posibles soluciones se podrían generar incentivos tributarios para empresas que contraten jóvenes sin experiencia, un fondo municipal amplio de apoyo al primer empleo, pasantías remuneradas que realmente formen y no exploten, centros de formación en habilidades del siglo XXI. Y sí, necesitamos un Secretario o Secretaria de Juventud, ojalá alguien menor de 35 años que entienda los códigos de estas nuevas generaciones.

El emprendimiento está bien, pero no todos los jóvenes quieren o pueden ser empresarios. Muchos solo quieren un trabajo digno que les permita construir un proyecto de vida sin tener que irse de su tierra ni dejar a sus familias. ¿Es mucho pedir?

Sé que hay voluntad política en la administración municipal y en el Concejo de Neiva para atender estos temas, he visto esa sinergia en otros proyectos. Ahora necesitamos ese mismo respaldo enfocado a la juventud neivana que tiene todo para ser una ciudad de oportunidades, al contar con una ubicación estratégica, recursos naturales importantes y diversas instituciones educativas.

El debate del martes puede ser el inicio de algo grande, pero sería aún más grande el mensaje de la administración si para ese día ya tuviéramos un Secretario de Juventud en propiedad, listo para responder con hechos y no solo con promesas. Esa sería una señal clara de que Neiva entiende que su juventud es el presente, el cual no puede esperar ni un día más, porque mientras debatimos, ellos buscan, sueñan y muchas veces, al no encontrar se pierden o simplemente se van.

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