Por: Faiver Eduardo Hoyos Pérez
Opinión
Por estos días las buenas noticias han llegado por partida doble, dado que mientras el DANE nos confirma que Neiva fue la ciudad colombiana que más redujo su pobreza monetaria, con una reducción del 43,8% al 36,7%. Las Ceibas EPN hace historia al transferir casi 3.000 millones de pesos en utilidades a la Alcaldía. Dos hechos que siendo sinceros, dibujan un panorama esperanzador para nuestra querida capital huilense.
La reducción de 7,1% en pobreza es importante, ya que significa que miles de familias neivanas mejoraron en algo sus condiciones de vida, que más hogares pudieron poner tres comidas en la mesa y que más niños llegaron a la escuela con el estómago lleno. Sin duda, es el reflejo de una ciudad que de a poco se empieza a mover, donde el comercio revive, el San Pedro volvió a llenar hoteles y restaurantes, y el turismo empieza a ver en nosotros más que una parada obligada hacia San Agustín.
Pero lo que realmente me emociona es ver cómo Las Ceibas EPN demuestra que lo público puede ser eficiente y rentable. No es común que una empresa municipal aparte de brindar buenos servicios, genere utilidades y las comparta con la ciudad. En otras palabras, esos 2.907 millones se podrán transformar en mejoramiento de parques, la pavimentación de la deteriorada malla vial, programas sociales que permitan llegar a más familias vulnerables o la semilla de proyectos que generen empleo en una ciudad que carece de grandes empresas.
Este giro histórico de Las Ceibas EPN es la mejor prueba de que, cuando hay voluntad política y gestión transparente, los resultados llegan. Es el mismo espíritu que necesitamos de la administración municipal en cabeza de German Casagua, para seguir combatiendo la pobreza, porque no podemos olvidar que todavía un 36,7% de neivanos se encuentran en condición de pobreza monetaria.
En ese sentido, Neiva necesita de más empresas públicas eficientes que generen una mayor inversión en los barrios vulnerables, donde se encuentren nuevas oportunidades para que nuestros jóvenes no tengan que emigrar a otras ciudades en busca de un mejor futuro. Estos recursos que ha recibido la ciudad demuestran que si se puede ser ejemplo de desarrollo sostenible. Ojalá otras entidades municipales lograran replicar este buen modelo.
Sin embargo, no nos podemos engañar pues aún queda mucho por hacer. La ciudad de Neiva aún sigue estando entre las ciudades con mayor pobreza del país, y eso no se soluciona de un día para otro. Cerca de 150 mil neivanos están padeciendo necesidades, y esa cifra duele. Por lo tanto, mientras haya hambre también seguirán en aumento otros flagelos sociales como la inseguridad y el desempleo.
Es urgente continuar implementando políticas públicas efectivas que busquen la reducción de cifras y transformen la vida de las personas, porque si bien los avances son valiosos, la lucha contra la pobreza debe ser una prioridad para todos. En definitiva, ha quedado demostrado que cuando el trabajo se hace bien, los resultados se concretan. Cuando lo público se maneja con transparencia y eficiencia, todos ganamos. Neiva está despertando, y depende de todos nosotros mantener el impulso porque si algo nos enseñan estas cifras es que sí se puede
