Redacción La Última
La primera cosecha de café del mes de octubre en Colombia registrará una disminución debido a factores climáticos y de seguridad que han impactado directamente a los caficultores.
Desde Neiva, en donde participó de la apertura de la Feria Internacional del Café, el Cacao y el Agroturismo – FICCA 2025, Germán Bahamón, presidente de la Federación Nacional de Cafeteros, aseguró que el país enfrentará una caída en la producción cercana a un millón de sacos con respecto al mismo periodo del año pasado. “Venimos de unos meses de lluvias incesantes en enero, febrero y marzo, que redujeron la floración y afectaron el rendimiento de los cafetales. A eso se suman las dificultades de seguridad en varias zonas del país, lo que sin duda genera un escenario complejo para la caficultura”.
Los caficultores han denunciado situaciones de extorsión en distintas regiones, particularmente en departamentos de alta producción. “En algunos casos se han registrado cobros ilegales hasta por kilo de café cosechado, lo cual pone en riesgo la sostenibilidad del negocio cafetero y la tranquilidad de las familias productoras”, advirtió Bahamón.
El dirigente gremial subrayó que, pese a este panorama, el café continúa siendo un renglón clave para la economía nacional. Actualmente el sector representa el 1,54 % del Producto Interno Bruto (PIB) y genera divisas anuales cercanas a los 5.400 millones de dólares por exportaciones. “El café es el producto agrícola que más impacto social genera en Colombia. Estamos hablando de más de 600 municipios que dependen de la caficultura, lo que demuestra su papel central en el tejido económico y social de las regiones”.

En el caso del Huila, departamento que lidera la producción nacional con 2,7 millones de sacos en los últimos 12 meses, la coyuntura se hace especialmente sensible. “El Huila sigue siendo número uno en producción de café en el país, y es allí donde queremos reforzar nuestra apuesta por ferias, subastas y espacios de comercialización que permitan mantener su liderazgo y dar más oportunidades a las familias cafeteras”, señaló Bahamón.
La Federación también destacó los avances en la renovación de cafetales, estrategia con la que se busca garantizar la productividad a mediano y largo plazo. “El año pasado renovamos 94.800 hectáreas, la cifra más alta de los últimos 13 años. Este año tenemos como meta alcanzar las 100.000 hectáreas, y ya llevamos más de 70.000 al cierre de septiembre. Eso demuestra la responsabilidad del cafetero y su apuesta por la rentabilidad y la sostenibilidad”.
Finalmente, reiteró que la coyuntura actual exige acciones conjuntas entre el gremio y el Gobierno Nacional para atender los problemas de seguridad y acompañar a los productores en un momento de incertidumbre. “El reto está en garantizar que el café colombiano siga siendo reconocido en el mundo por su calidad, y que los caficultores puedan trabajar en condiciones dignas y seguras”.
