Política
La crisis diplomática entre Estados Unidos y Colombia sigue generando incertidumbre en distintos sectores de la economía del país y en las regiones.
La reciente tensión entre los países surgió porque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó el pasado domingo al presidente de Colombia de ser líder del narcotráfico y de tolerar la producción de drogas, razón por la cual anunció un fin a los “pagos y subsidios a gran escala” a Colombia para la lucha contra las drogas.
Lo que más preocupa a los gremios es un posible anuncio del aumento de los aranceles de Estados Unidos a Colombia, teniendo en cuenta que el país norteamericano es el principal socio comercial. En el Huila diferentes dirigentes políticos, congresistas analizaron el panorama para el departamento que principalmente exporta a EEUU café y tilapia.
Luz Pastrana, Representantes a la Cámara

La crisis diplomática entre Estados Unidos y Colombia exige serenidad, firmeza y una sola voz. El llamado a consultas del embajador García-Peña es una decisión responsable que marca el límite sin romper los puentes. Envía un mensaje de dignidad nacional y abre espacio para replantear la estrategia con serenidad, diplomacia y sentido de país.
Las declaraciones del expresidente Trump y las amenazas de subir aranceles o suspender la cooperación no solo tensionan la relación, también ponen en riesgo el empleo y la estabilidad económica de miles de familias. Defender la soberanía no puede ser excusa para aislar a Colombia, ni la política exterior un campo de batalla interna.
Hoy el país necesita liderazgo, diálogo y una diplomacia inteligente. Es momento de bajar el tono, abrir canales directos con Washington y proteger lo esencial: el trabajo colombiano, la cooperación internacional y el respeto mutuo.
Representante Flora Perdomo

Sí es preocupante que se suban los aranceles y se suspenda toda la ayuda financiera al país. Al fin y al cabo, hay mucho de los proyectos de los programas que se vienen adelantando con la ayuda Estados Unidos y pues la posición del gobierno de suspender el TLC, hay que mirar todos las consecuencias de fondo.
Representabte a la Cámara Layla Rincón

En este caso, se trata de la máxima potencia militar, económica y política del planeta. Es algo que requiere la solidaridad del pueblo colombiano. Aquí no se trata de partidos políticos ni de ideologías: es una amenaza contra todo nuestro territorio nacional.
Invitamos a la unidad, y es necesario, es preciso comunicar que no existe un gobierno que haya hecho tanta lucha contra el narcotráfico como el nuestro, ya que se ha enfocado en intervenir a quienes son los mercaderes de la droga.
Y preguntamos: ¿quién es el máximo comprador de esta droga, señor presidente de los Estados Unidos? ¿No se ha dado usted cuenta de que los Estados Unidos es el gran receptor del negocio de la droga y que las grandes ganancias llegan allá, a toda esa entidad, a ese entramado donde no observamos que exista el control?
¿Quién será el que realmente está desconociendo el poder del narcotráfico? ¿No será usted, señor presidente de los Estados Unidos?
Invitamos al pueblo a la unidad nacional, a que nos juntemos todos, sin distinción de partidos políticos ni ideología, a defender nuestro territorio, la autonomía y la soberanía, que son el resultado de los procesos democráticos. Colombia es un país democrático; por lo tanto, se le debe respetar su soberanía nacional.
Invocamos a las Naciones Unidas para que hagan su presencia en nuestra Colombia.
Representante a la Cámara Julio César Triana

La crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos es consecuencia de las provocaciones y declaraciones impulsivas del presidente Gustavo Petro. Más que una estrategia diplomática, parecen intentos por ganar visibilidad internacional a través del conflicto. Al final, logra lo que buscaba: presentarse como víctima ante la comunidad internacional y reforzar su narrativa interna.
Estas posturas han debilitado los canales diplomáticos y puesto en riesgo una relación histórica clave. Estados Unidos sigue siendo nuestro principal socio comercial: solo en el último trimestre, Colombia exportó cerca de 1.000 millones de dólares, principalmente en café, flores e hidrocarburos. Arriesgar el 31% de nuestras exportaciones por una política exterior improvisada es un costo demasiado alto.
Los comentarios imprudentes del presidente pueden provocar nuevos aranceles a las exportaciones y una reducción en la cooperación en seguridad. No se trata solo de tecnología, sino de operaciones conjuntas que hoy son vitales. En un contexto donde la coca se expande y grupos como el Tren de Aragua cruzan fronteras, debilitar la alianza con un socio de más de 200 años es un acto de irresponsabilidad diplomática.
Colombia enfrenta las consecuencias de un manejo errático de su política exterior, en el que la cancillería parece más un espacio de favores políticos que una institución profesional. Mientras el presidente mira hacia conflictos externos, la violencia y los problemas internos siguen sin atenderse.
Si bien es cierto que el TLC no ha sido perfecto —particularmente para la industria nacional, que enfrentó una competencia desigual—, también es innegable que ha permitido consolidar la presencia de productos colombianos en el mercado estadounidense. Gracias a este tratado, Colombia ha mantenido estabilidad en sus exportaciones y ha recibido a cambio bienes esenciales como medicamentos, tecnología y combustibles.
Para el Huila, el impacto sería especialmente grave. El departamento ha encontrado en el TLC una puerta sólida para colocar en el exterior productos emblemáticos como el café y la tilapia, que hoy tienen una presencia significativa en el mercado norteamericano.
Romper o debilitar este acuerdo pondría en riesgo miles de empleos rurales y gran parte del sustento económico regional, afectando directamente a pequeños y medianos productores que dependen de las exportaciones agrícolas y piscícolas.
En un contexto donde la economía nacional enfrenta desaceleración y el desempleo rural sigue siendo una amenaza, renunciar al TLC sin una alternativa viable sería un error de consecuencias profundas, no solo para el país, sino especialmente para regiones productivas como el Huila.
Ernesto Macias, Expresidente del Senado

“Esta es la crónica de una grave crisis anunciada. Desde enero, Gustavo Petro comenzó las provocaciones y los insultos al presidente Donald Trump, llegando al extremo peligroso de incitar a una rebelión militar contra el presidente de Estados Unidos, desde una calle en Nueva York. Y, últimamente, se ha despachado contra el Jefe de Estado estadounidense, tildándolo de genocida y de nazi, a raíz de la guerra contra los carteles de las drogas en el Caribe, frente a Venezuela.
Ahora, si el gobierno de Estados Unidos llegare a subir los aranceles a nuestras exportaciones las consecuencias serían catastróficas para Colombia, porque se afectarían millones de empleos en el sector cafetero, en la floricultura, el aguacate, el pescado, entre otros muchos productos. Es decir, Petro está jugando con candela y puede causarle un grave daño a la nación.
¿Qué pasaría si el presidente Petro cumple la amenaza de suspender el TLC con Estados Unidos?
“Petro habla por hablar. Hace afirmaciones sin conocer los asuntos del Estado. Él no puede suspender un TLC de manera unilateral, porque se trata de una ley de la República, luego esa decisión tiene que pasar previamente por el Congreso, entonces esas no son decisiones dictatoriales ni caprichosas de un presidente. Los tratados comerciales con otros países son aprobados por el Congreso. Petro actúa en caliente y con odio. La soberbia hunde al soberbio.”
Hernán Andrade, candidato al Senado de la República

Es diplomacia lo que necesitamos. Necesitamos dos partes, defender la dignidad nacional por supuesto y que entendamos que esa disputa no le sirve a nadie, ni al propio gobierno norteamericano ni mucho menos a los 55 millones de colombianos. Que represente Petro a todos los colombianos como no lo ha representado en esta pelea bilateral. Es necesario buscar todos los canales con empresarios para bajar la tensión. No es momento para utilizar esta crisis en otro tema de polarización política sino de pensar en los altos intereses de la Nación.
Frente a la postura del gobierno de suspender el Tratado de Libre Comercio TLC, señaló que es “carreta”, él es economista y suelta frases. Cuando le consulte a la oficina jurídica de Presidencia, le dirá que es un tratado internacional avalado por una Ley de la República y que no se puede suspender unilateralmente. Gustavo Petro suelta y suelta frases sin que tenga soporte de la realidad. Necesitamos que le baje el volumen y deje de gobernar con X que finalmente le hace daño a todos los colombianos.
Es necesario mantener las vías diplomáticas
El presidente Gustavo Petro se reunió con Daniel García y con el embajador de Estados Unidos en Colombia John McManara para establecer nuevas medidas ante la crisis con Donald Trump. Después de tres horas, el encuentro terminó con incógnitas e incertidumbre, sobre el futuro de la relación entre Colombia y Estados Unidos.
Aunque no hay una respuesta oficial, las medidas que establecieron para la la nueva crisis, se estableció la necesidad de mantener líneas diplomáticas para evitar sanciones y poder mediar ante posibles represalias del presidente estadounidense, y la posibilidad de la eliminación de los aranceles agroindustriales y una renegociación para el tratado de libre comercio con Estados Unidos, que el alto mandatario confirmó que estaba suspendido por decisión unilateral.