Por: Pedro Javier Jiménez Bahamón – Desde el centro y por la derecha
Opinión
El panorama político colombiano enfrenta una creciente fragmentación entre los sectores que buscan construir una alternativa al actual proyecto de Gobierno. Aunque existe una amplia oferta de liderazgos de centro y derecha, persiste un vacío estratégico que dificulta la consolidación de una propuesta competitiva y unificada para las elecciones presidenciales.
A la fecha, destacan nombres como Abelardo De la Espriella, Juan Carlos Pinzón, María Fernanda Cabal, Sergio Fajardo, Vicky Dávila y, en menor medida, Miguel Uribe Londoño. A esta lista podrían sumarse figuras de los partidos tradicionales, dependiendo de lo que definan Conservadores, Liberales y Cambio Radical antes del 8 de diciembre, particularmente en torno al futuro político de Germán Vargas Lleras.
Sin embargo, más allá de los nombres, lo que comienza a configurarse son tres escenarios estratégicos que determinarán la forma en que el sector no alineado con el actual Gobierno definirá su candidato para 2026.
- Escenario Abelardo De la Espriella: posicionamiento por opinión pública
La propuesta de Abelardo De la Espriella prioriza un mecanismo basado en encuestas como instrumento de selección.
La razón es clara: su crecimiento ha sido sostenido en opinión ciudadana, no en partidos ni maquinarias electorales.
Para De la Espriella, una consulta en marzo representaría un escenario desfavorable, pues coincide con las elecciones legislativas, donde la movilización depende de estructuras partidistas que no lo acompañan.
Bajo este enfoque, su estrategia consiste en:
evitar un escenario dominado por maquinarias,
consolidarse como líder de opinión, y llegar directamente a mayo con una candidatura por firmas capaz de atraer apoyos posteriores de bancadas ya definida.- Escenario Juan Carlos Pinzón: competencia institucional en marzo
A diferencia de De la Espriella, Juan Carlos Pinzón orienta su estrategia hacia la consulta de marzo, donde considera que puede construir una ventaja real.
Su trayectoria en el sector público —como ministro, viceministro y embajador— le otorga credibilidad ante los partidos tradicionales, que ven en él un perfil institucional, predecible y compatible con la dinámica del Congreso y del Ejecutivo.
Su posibilidad de ganar se sustenta en: respaldo de colectividades, disciplina territorial de las estructuras, y un proceso de movilización más ordenado.
Este es el único escenario que le permitiría competir con fuerza frente a De la Espriella antes de mayo.
- Escenario del centro político: ellos optan por tener candidato de centro, opositor al Gobierno y que tenga representante claro en mayo.
En este grupo se encuentran Sergio Fajardo y David Luna, Mauricio Cardenas, Juan Manuel Galán y recientemente Vicky Dávila, cuya audiencia y posicionamiento les permite construir una candidatura basada más en reputación y opinión pública que en estructura electoral.
Este sector tendría una consulta no de alto peso en maquinarias, pues su competitividad depende de la independencia y del contraste frente a los extremos.
El riesgo es salir de ella también por debajo de los 3 millones de votos de la consulta de la izquierda.
Una conclusión empresarial: falta estrategia, no liderazgo
El verdadero desafío no está en la falta de nombres, sino en la ausencia de un marco estratégico de coordinación.
La derecha —y buena parte del centro ampliado— enfrenta hoy un entorno parecido al que vivió la oposición venezolana: múltiples liderazgos, agendas divergentes y ausencia de reglas claras para consolidar un candidato único.
Mientras no exista un mecanismo confiable y transparente que ofrezca certidumbre a partidos, empresas, gremios y ciudadanía, será difícil construir una alternativa capaz de generar estabilidad política, seguridad jurídica y visión económica de largo plazo.
En términos empresariales:
hay liderazgo, pero no hay gobierno corporativo.
Y sin gobierno corporativo, ninguna organización —ni un país— logra tomar decisiones oportunas y eficaces.
Claro también pueden llegar a mayo todos los candidatos por decenas y entregar a la izquierda el país por falta de conciencia
