Redacción La Última
El Templo de San Antonio de Padua en Gigante, Huila, es un monumento nacional y uno de los principales lugares de culto católico de la región. Además, es reconocido como patrimonio cultural del Huila.
En un acto protocolario realizado en el Salón de Gobernadores, la Gobernación del Huila y el Municipio de Gigante, firmaron el Convenio de Cooperación Interinstitucional que permitirá ejecutar la segunda fase de restauración del Templo San Antonio de Gigante, declarado Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional mediante el Decreto 222 de 1972.
El evento contó con la presencia del gobernador Rodrigo Villalba Mosquera, la secretaria de Cultura del Huila María Liliana Quimbaya, el alcalde de Gigante Josué Manrique, y el párroco de la iglesia José Arely Bermeo, quienes destacaron la importancia histórica, espiritual y cultural de esta obra patrimonial para el departamento.
Durante su intervención, el mandatario de los huilenses resaltó que este proyecto refleja el compromiso del Gobierno Departamental con la preservación del patrimonio y el impulso al turismo religioso, uno de los ejes que ha posicionado al Huila como un destino de fe y tradición. “Esta segunda fase de restauración, con una inversión total de $2.670 millones, será posible gracias a la articulación entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Gobernación del Huila y la Alcaldía de Gigante, quienes aportan de manera equitativa los recursos necesarios. Desde la Gobernación seguiremos sumando esfuerzos para que el Huila siga siendo un territorio grande, articulado y lleno de identidad”, afirmó el mandatario.
Por su parte, el alcalde Josué Manrique expresó su agradecimiento al gobernador por el apoyo y el acompañamiento continuo en las obras que benefician al municipio: “Esta restauración representa un sueño para los giganteños. Esperamos culminar con éxito este proyecto que no solo embellece nuestro templo, sino que fortalece la fe y el sentido de pertenencia de nuestra comunidad”.
El párroco José Arely Bermeo recordó que el templo, cerrado desde 2019 tras el colapso de parte de su estructura, es símbolo espiritual y centro de encuentro para los fieles. Durante su intervención, elevó una oración de gratitud por el inicio de esta nueva etapa, asegurando que “la casa de Dios vuelve a abrir sus puertas como lugar de oración y unión para todos los pueblos”.
Con la firma del convenio entre el gobernador y el alcalde, se da inicio a una nueva fase de restauración que reafirma el compromiso de las instituciones por preservar el patrimonio material y espiritual del departamento. Este tipo de proyectos, apoyados por la Gobernación del Huila, fortalecen el tejido cultural, promueven el turismo religioso y consolidan la identidad de las regiones.
