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En una incógnita se ha convertido el futuro del Atlético Huila. Por una parte, medios de comunicación locales e incluso del Valle del Cauca aseguran que el equipo tendría todo listo para cambiar de sede a Yumbo a partir del 2026; sin embargo, la Dimayor indicó a este medio que “esa información no tiene ninguna veracidad”, es decir, no hay confirmación oficial. Mientras tanto, el silencio por parte de las directivas del club es absoluto.
A pocos días de cumplirse 35 años de historia, la institución opita atraviesa una de las etapas más inciertas desde su creación en 1990. Lo que para muchos fue durante décadas un símbolo deportivo del Huila hoy está envuelto en rumores, dudas y un futuro que parece alejarse del departamento.
Buena parte de la crisis gira en torno al estado del estadio Guillermo Plazas Alcid. Las obras inconclusas y las deficiencias estructurales que arrastra desde la tragedia de 2016 lo mantienen cerrado para eventos con público. El equipo ahora disputa sus compromisos como local en Ibagué, una situación que ha golpea sus finanzas y distancia a la hinchada.
Pese a los anuncios de la Alcaldía de Neiva y la Gobernación del Huila sobre la reconstrucción del escenario, las obras apenas están proyectadas para iniciar en 2026. Ese largo plazo deja al club sin una casa propia donde jugar y sin ingresos por taquilla, condiciones que hacen inviable sostener el proyecto deportivo en la ciudad.
Desde 2023, el Atlético Huila pertenece al Grupo Independiente, conglomerado empresarial de origen ecuatoriano liderado por Michel Deller, reconocido por su papel en el crecimiento del Independiente del Valle. El grupo prometió un modelo de desarrollo basado en formación de talento y sostenibilidad, pero las condiciones logísticas en Neiva han frenado ese propósito.
Fuentes cercanas a la institución aseguran que los propietarios evalúan alternativas fuera del departamento, y que Yumbo, en el Valle del Cauca, se perfila como la opción más avanzada. Allí se habría considerado el estadio municipal Raúl Miranda como posible sede temporal, mientras se define el futuro administrativo del club.
Durante más de tres décadas, el Atlético Huila ha sido el principal referente del fútbol huilense. Sus subcampeonatos en primera división y el título continental femenino en 2018 lo posicionaron como un emblema de la región. Sin embargo, el descenso, la falta de infraestructura y la desconexión con su afición han debilitado la estructura del equipo.
Si se concreta el traslado, el departamento del Huila se quedaría sin representación en el fútbol profesional, con el consecuente impacto deportivo, social y económico que ello conlleva. Comerciantes, aficionados y exjugadores han manifestado su preocupación por la posible pérdida del único club profesional de la región.
Mientras las directivas guardan silencio, el ambiente en Neiva es de descontento. Colectivos de hinchas expresan su frustración a través de redes sociales, reclamando que se haya “negociado el sentimiento de toda una ciudad”. Otros señalan que la venta del equipo a inversionistas extranjeros solo buscaba asegurar una ficha en el fútbol profesional, sin compromiso real con la región.
Por ahora, la única certeza es la incertidumbre. La Dimayor niega que exista una decisión definitiva, pero las versiones sobre el cambio de sede se multiplican. En el Huila, la esperanza de ver al equipo regresar al Guillermo Plazas Alcid parece desvanecerse, mientras el rumor de su mudanza a Yumbo gana fuerza.
