Judicial
Las autoridades descartaron que lo que en un principio se reportó como un cilindro bomba cargado con explosivos, a un costado de la vía que comunica a la capital diocesana con el centro poblado de San Antonio del Pescado, centro del Huila, era en realidad un señuelo utilizado por el frente Rodrigo Cadete, de las disidencias de las Farc.
El artefacto explosivo fue ubicado en la vereda Bajo Monserrate, allí, según las autoridades, los guerrilleros instalaron el cilindro bomba y un pasacalle alusivo al frente subversivo, “bueno en el lugar de los hechos, llegaron organismos de la Policía Nacional y del ejército de Colombia a verificar la situación, tan pronto se tiene conocimiento de este hecho se comunican con Neiva, con el grupo antiexplosivos, que son las personas expertas en este tipo de de novedades, ellos llegan al municipio de Garzón hacen una entonación de este cilindro de manera controlada”, señala Elkín Lloreda, secretario de Gobierno de Garzón.
Pero lo más delicado, según Lloreda, fue que los expertos encontraron instalados, cerca al pasacalle, dos minas antipersona, “también igualmente complejo y lamentable es que estos delincuentes querían generar daño a la integridad física de la fuerza pública. Este cilindro tenía unos cables y más cerca del pasacalle, se encontraban unas minas antipersonas de fabricación artesanal y generar afectaciones a su integridad física, por eso lamentamos este tipo de hechos de manera contundente y repudiable” resaltó el funcionario.
Según los investigadores, cualquier amenaza de la instalación de cualquier artefacto explosivo, debe ser verificado por el grupo experto en manejo de cargas explosivas para evitar cualquier indicio que ponga en peligro la integridad de los miembros de los organismos de seguridad y la población civil.
