inicioCultura“Centenario de la publicación de La Vorágine” pasó a sanción presidencial

“Centenario de la publicación de La Vorágine” pasó a sanción presidencial

Cultura

El proyecto de ley para conmemorar los 100 años de la novela “La Vorágine” ha sido aprobado en el cuarto y último debate en la Cámara de Representantes de Colombia. Esta iniciativa, impulsada por Melquisedeq Torres, periodista y abogado huilense, ahora está a la espera de la sanción del presidente Gustavo Petro para convertirse en ley.

El objetivo del proyecto es rendir homenaje a José Eustasio Rivera y rescatar una obra que sigue siendo relevante por su denuncia de las injusticias sociales. La conmemoración está programada para noviembre, cuando se cumplirán 100 años de la publicación de la novela. Se planea realizar esta celebración en concertación con el Ministerio de Cultura, la Gobernación del Huila y las gobernaciones de Meta, Casanare, Putumayo, Amazonas y Boyacá, regiones que fueron escenarios e inspiración de Rivera.

Melquisedec Torres, autor del proyecto de Ley

Entre las propuestas de la iniciativa se incluye la inclusión del texto de la novela en el currículo obligatorio de todas las escuelas y colegios públicos del país, una reedición a cargo de la Real Academia Española y el Gobierno colombiano, y un evento de conmemoración a nivel nacional e internacional. Además, se contempla la emisión de un billete conmemorativo por parte del Banco de la República. La Academia Colombiana de la Lengua también participará en la revisión de la novela.

Una de las propuestas simbólicas del proyecto es trasladar los restos de José Eustasio Rivera de Bogotá a su ciudad natal Neiva. Del mismo modo, se contempla como eventos conmemorativos, convertir la casa natal de José Eustasio Rivera Salas en Neiva, antiguo DAS, en un Centro Cultural e Histórico.

El proyecto ha contado con el respaldo significativo de la bancada huilense, incluidos Víctor Andrés Tovar, Julio César Triana, Flora Perdomo, Leyla Rincón, Luz Ayda Pastrana y el senador Carlos Julio González. Además, congresistas de Meta y Casanare, regiones vinculadas a la historia narrada en “La Vorágine”, también han apoyado la iniciativa.

El Ministerio de las Tics tendrá la autorización para emitir la estampilla del centenario de la publicación, y el Congreso de la República otorgará la máxima condecoración póstuma a la obra literaria La Vorágine y ubicará en sus instalaciones una placa conmemorativa.

La reedición conmemorativa de la primera edición de La Vorágine para distribuirla en las bibliotecas públicas y establecimientos educativos oficiales del país, además, esta obra literaria deberá ser incluida como texto de lectura en los establecimientos educativos oficiales de Colombia bajo la coordinación de los Ministerios de Educación Nacional y de Cultura.

Se financiará la producción y emisión en canales públicos y mediante plataformas tecnológicas, de una crónica o documental audiovisual sobre la vida y obra de José Eustasio Rivera.

Ahora, solo falta la sanción presidencial para que este proyecto de ley se haga realidad y se pueda conmemorar adecuadamente el centenario de una de las obras más emblemáticas de la literatura latinoamericana.

La Vorágine

La Vorágine se publicó el 24 noviembre de 1924, por la Editorial Cromos de Bogotá. La novela fue escrita durante dos años, y corregida en seis meses, entre Sogamoso, San Fernando de Atabapo, Yavita, Maroa y Neiva. Según Isaías Peña, algunos de los elementos que confluyen en la novela son: El sentimiento trágico de la vida, como lente condensador, y los celos como ingrediente permanente de la relación de pareja. La historia de Arturo Cova, protagonista de La Vorágine, es la historia nuestra, es la historia desolada de los caucheros esclavizados en las fronteras de Venezuela, Brasil y Perú.

Sin caer en la sociología literaria, Rivera logró fundir magistralmente la tragedia colectiva de los caucheros, con la tragedia individual de Arturo Cova, su vida y su turbulento amor. Pocos autores como Rivera en Colombia y en el continente latinoamericano anota Isaías Peña- han tenido ese don de hacer hervir la conciencia de los personajes de una obra. Por eso hombre y naturaleza en esta novela son un río (grávido) que nace, crece, da muchas vueltas, se enturbia, se golpea en los raudales, se ahonda, se embruja y se pierde en el mar o en el cielo.

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