Neiva
Durante la sesión ordinaria del Concejo de Neiva, los concejales manifestaron profunda preocupación por los hechos ocurridos en la alborada del barrio Las Granjas, donde se presentaron alteraciones del orden público, con presencia de armas blancas, riñas callejeras y conductas violentas que dejaron lesionados y múltiples afectados.

El concejal Alejandro Serna, expresĂł su rechazo a las conductas registradas: “no reflejan nuestro ADN como neivanos ni huilenses”. SeñalĂł que el comportamiento social durante eventos pĂşblicos debe estar en sintonĂa con los valores comunitarios. Propuso considerar la creaciĂłn de una reglamentaciĂłn para las alboradas, debido al uso inadecuado de infraestructura pĂşblica y el riesgo de pĂ©rdida de vidas humanas y traumatismos

El presidente del concejo, Juan Carlos Parada señalĂł la hipocresĂa social que penaliza sustancias ilĂcitas como la marihuana, mientras el consumo legal de alcohol es el detonante de caos y violencia: “el alcohol es lo que lleva a este desorden, este caos social tan terrible”. RecriminĂł que la cultura ciudadana presente deficiencias graves en el manejo del licor.

Por su parte, el concejal, Cristian Bautista describiĂł la problemática como “muy compleja”. Propuso una intervenciĂłn social que trascienda lo policial: “invĂtelos a las 5 a. m. a ganarse sus 50.000 pesos y no va a ir ninguno desgraciado”. AfirmĂł que muchos de los jĂłvenes implicados no viven allĂ y carecen de oportunidades laborales o educativas.

HĂ©ctor Javier Osorio, concejal de Neiva, reconociĂł una falla en el control preventivo: “aquĂ sĂ hubo un error policial”. DestacĂł la necesidad de fortalecer los vĂnculos entre comunidad y autoridades, especialmente en lugares recurrentes de alteraciĂłn del orden: “hay unos sitios donde año tras año se aumenta comportamiento de desmanes”.

El concejal, Roberto Escobar denunció que los habitantes se sintieron “secuestrados” durante las alboradas: “no podemos salir de nuestras casas dejan una serie de problemas”. Anunció que, tras haber enviado oficios, buscarán mayor coordinación institucional para proteger a los residentes.

Inseguridad y pérdida de sentido comunitario
La concejala Lina Guzmán, lamentĂł el deterioro de la esencia festiva: “para mĂ el cambio y el sentido que tienen hoy las festividades no son llamativas”. AsegurĂł que se ha perdido el espĂritu de convivencia familiar que caracterizaba las celebraciones de San Pedro.

Mientras que, la concejala Lourdes Mateus, consideró que el incidente revela un “sobre‑diagnóstico” de la pérdida de identidad festiva, sin soluciones claras. Criticó la “descoordinación absoluta” entre niveles de gobierno, especialmente en temas tan básicos como el vallado en escenarios públicos.

Asimismo, Mauricio Fernando Rojas identificó la intolerancia y la falta de cultura ciudadana como problemas centrales: “hay muchos temas… intolerancia, falta de cultura ciudadana”. Además, responsabilizó parcialmente al sistema educativo por retirar autoridad a los docentes desde temprana edad, lo que contribuye a un comportamiento permisivo y desordenado.

El concejal, Juan Diego Amaya recordĂł que la violencia vivida representa “el peor de los delitos”: la amenaza a la vida. SeñalĂł que Neiva ha cambiado desde dĂ©cadas anteriores y que las fiestas requieren una transformaciĂłn: “toca hacer una reingenierĂa de las fiestas”.
Propuesta de intervenciĂłn cultural y fortalecimiento de escuelas de formaciĂłn

Durante el debate, Roberto Escobar planteó a Tania Beatriz Peñafiel, secretaria de Cultura, la necesidad de consolidar las escuelas de formación cultural con estabilidad presupuestal más allá de la temporada festiva, para preservar tradiciones locales y retomar la esencia comunitaria perdida.
Mientras que, el concejal Héctor Javier Osorio propuso gestionar ante la ONU —a través de su oficina en Colombia— un replanteamiento de la cobertura territorial del Alto Comisionado, dada la creciente violencia, reclutamiento, extorsión, minas antipersonal y vulneración de derechos en el departamento del Huila.
La sesiĂłn concluyĂł con un mandato unificado: reformar las fiestas tradicionales con un enfoque cultural, preventivo y de integraciĂłn comunitaria, y exigir mayor presencia institucional (policĂa, cultura, educaciĂłn) antes y durante las alboradas. Se insistiĂł tambiĂ©n en endurecer medidas regulatorias y reforzar la participaciĂłn ciudadana.
