Por: Andrés Calderón
Según la RAE, la expresión golpe de estado significa: Calco de la expresión francesa coup d’État, ‘usurpación violenta del gobierno de un país. No obstante, esta compleja actuación bastante analizada desde la ciencia política tiene muchas formas de verse e interpretarse.
Para empezar, el golpe de estado se da cuando hay una irrupción del orden constitucional y la ley. El golpe de estado se da, por ejemplo, a través de la oposición al gobierno de turno que, al no podérsele vencer democráticamente, es usurpado a través de la fuerza, la represión y la muerte. Pero también, puede haber un autogolpe, o sea, a través del debilitamiento institucional para desequilibrar poderes y permitir la perpetuidad de un gobierno.
En Colombia, lo más parecido a un golpe de Estado fue el derrocamiento del gobierno conservador de Laureano Gómez en medio de un contexto de violencia política promovida por el mismo conservatismo y la aristocracia colombiana, a causa del asesinato del dirigente liberal Jorge Eliecer Gaitán.
Por otro lado, el caso más reciente de autogolpe fue el que modificó la Constitución a través del delito de cohecho (caso Yidis-política) para permitir la reelección inmediata del entonces presidente Uribe que pretendió perpetuarse, pero fue repelido por la corte constitucional. En el primer caso, el país estuvo bajo gobierno de una junta militar por 7 años y, en el segundo, una cooptación del poder legislativo, Fiscalía y órganos de control que permitió el tránsito rampante de la corrupción por todo el aparato estatal y la nefasta política de estado de asesinatos extrajudiciales de jóvenes inocentes (falsos positivos).
Pero existe otra forma de usurpar el poder, otra forma de golpe de estado, una que se ha hecho muy comentada por estos meses, el tan mencionado por el progresismo, golpe blando, del que habla el mismo Petro y parece se estaría fraguando por parte de quienes, en palabras del mismo presidente “perdieron las elecciones” y a lo que el mismo responde “esto será una lucha popular”.
Pero, ¿Cómo son estos golpes blandos?, en resumidas cuentas, diré que estas son estrategias de debilitamiento sistemático de la gobernabilidad, ya no de forma directa y violenta a través de las fuerzas militares como por ejemplo en Chile al gobierno de Allende, sino más bien una serie de estrategias que a simple vista no se perciben, que se disfrazan de legalidad para utilizar las mismas masas en su contra.
Desde la teoría política y estrategia de guerra se habla de cinco faces que constituyen un golpe de estado blando, en las que puede resaltar la creación de un clima de malestar a causa de corrupción, acusaciones de restricción a la libertad de prensa, la supuesta reivindicación de demandas sociales, la creación de un clima de ingobernabilidad y la promoción de revueltas y marchas que terminen siendo violentas para terminar derrocando la presidencia.
Petro ha venido resaltando algunas de las estrategias que el considera hacen parte de ese golpe blando y que perfectamente podrían ajustarse a algunas de las etapas descritas, ya ustedes juzgarán, yo me referiré a algunas. Tal vez, no la más reciente,pero si vigente, es la apertura de una investigación en el CNE por supuesta violación a topes de campaña, proceso que efectivamente puede darse en el ceno del CNE por su naturaleza, pero no enjuiciarle, pues por tener el presidente fuero constitucional, deberá ser juzgado y sancionado por la comisión de acusaciones de la cámara de representantes.
La prensa radical llama a Petro corrupto, guerrillero, asesino y hasta dictador abiertamente y sin ninguna prueba, sin ningún pudor ni temor a caer en la parcialidad y verse como contradictora política, tal cual hoy se muestra Vicky Dávila. Podemos recordar también los reparos a la terna de fiscal que alargó el periodo del tan cuestionado exfiscal Barbosa, y los excesos mediáticos y de la misma fiscalía en el caso del hijo de presidente, Nicolás Petro.
Aunque de referencias tenemos el caso de Brasil con Lula, un golpe blando efectivo porque termino además de su destitución con su encarcelamiento, lo que nos muestra que si puede ser posible una accionar de este tipo por parte de quienes no aceptan la democracia, se debe tener mucho cuidado en no caer en la deslegitimación de la acción política de la oposición y la crítica de la ciudadanía, allí se traza una línea muy delgada que puede romperse y convertir la tesis de golpe blando en autogolpe y autoritarismo.
En mi opinión, existen pruebas de peso para creer en las razones del presidente, evidenciadas en el afán de los opositores por querer meter zancadillas al gobierno constantemente, no reconocer ni un ápice de los logros obtenidos, porque los hay a pesar de los errores, pero también es evidente el afán de adelantar la carrera por la presidencia a cuenta del desprestigio que promueven cuando faltan 2 años de gobierno.
Es necesario reconocer también del otro lado que el presidente se ha equivocado en varias cosas, dando papaya a sus contradictores, por ejemplo, se equivoca en su estrategia comunicativa que en vez de conectar con todos los sectores a veces parece más tropelera y genera más divisiones.
Se equivoca también encausando demasiados esfuerzos en una agenda internacional que es necesaria desarrollar, sí, pero sin desviarnos de los muchos problemas al interior.Se equivoca también su gobierno cuando presenta problemas en la ejecución de recursos y desarrollo de las metas propuestas; y claro que los errores son de todos los gobiernos, pero la diferencia esta en reconocerlos, es el primer paso para mejorar.
