CULTURAL
‘El niño de las cruces’, es la primera novela del huilense Gerardo Aldana García, la cual él mismo define como un reto muy interesante; ya había escrito poesía, publicado tres libros, de los cuales dos son dedicados al sector artesanal del departamento del Huila y de Colombia.
El escritor opita presentó su novela el día de ayer ante el público que lo acompañó y escuchó sus palabras. En diálogo con LaÚltima.com.co habló sobre su más reciente obra y su vida.
¿De qué se trata la novela ‘El niño de las cruces’?
Una novela muy interesante en la que se conjugan tres escenarios muy importantes: la insurgencia en un país latinoamericano, una revolución del espíritu que la promueve un médico naturista de porte espiritualista y un niño que, al haber sido raptado de su escuela, seducido de una manera muy atractiva para un niño termina uniéndose a un proceso de conflicto muy complejo en el país.
El niño de las cruces va a poner en evidencia la complejidad de un conflicto, los horrores de la guerra, va a poner en escena cómo la revolución viene desde unas armas, desde el fuego, pero también una revolución que es promovida desde el espíritu. Vamos a encontrar, hay quienes consideran que los enemigos están por fuera del ser humano, desde discurso de la insurgencia, y hay otros que consideran que están por dentro, en el predicado de un médico que presta asistencia física y espiritual, y dentro de ellos se va a lograr advertir el dolor de abuso de niños, de mujeres, y se podrá advertir que tanto los protagonistas que dirigen matices del conflicto no son solamente victimarios sino que también fueron desde muy temprano vinculados como víctimas. Es el horror de la guerra, pero en medio de todo el halo esperanzador de una espiritualidad que podría llevar a que los seres humanos se reencontraran. Es una novela muy interesante.
¿La enseñanza es que todos debemos aportar para que no haya más esa guerra?
Definitivamente. La novela permite ser leída en un concepto muy holístico e integral para sopesar que no solamente habría que tildar a quienes en exceso comenten las brutalidades que allí se ven, sino comprender que ellos mismos han sido producto, víctimas de este gran dolor de cabeza para el mundo y para Latinoamérica y por eso la construcción de una paz debe venir con los aportes de todos.
¿Por qué tiene ese nombre la obra?
Se llama el niño de las cruces porque las cruces están presentes en toda la obra. En los lugares espirituales que trata de construir el médico para desde allí enviar oraciones para el mundo, también están en las cruces que han sido puestas en las tumbas de muchos muertos del resultado de un conflicto. Hay cruces en los parques, en los cementerios, en los sectores geográficos, porque gran parte de la dinámica de la novela es un ámbito rural denominado las cruces.
¿Qué papel juega en su novela la espiritualidad?
Hay dos personajes, un comandante de la insurgencia llamado Froilán, propugna un discurso de revolución social a partir de las armas, se encuentra con la contraparte que terminan siendo amigos y cooperantes en el tema de la salud con don Eulogio, quien dice ‘mi revolución también es social, porque es con la gente, pero es del espíritu, los enemigos míos como los tuyos están en la propia mente. Trata de permear en la conciencia del comandante; y aunque los dos discursos son diferentes el comandante termina respetando al líder religioso. La parte final de la obra a encontrarse con unas situaciones muy dolorosas, como la misma muerte del líder religioso.
¿Quién es Gerardo Aldana García?
Administrador de Empresas, especializado en Gerencia de Mercadeo Estratégico, escritor, poeta, columnista, he prestado mis servicios a entidades desde los ámbitos de la cultura, el turismo, la agricultura, y soy un escritor que ha sido tocado por el conflicto porque vivimos en un país latinoamericano donde el conflicto ha vivido con nosotros y al mismo tiempo he sido tocado por el mundo del espíritu, por eso estas reflexiones las he plasmado en las obras.
Nací en el municipio de Aipe pero me construí desde niño en el municipio de Gigante que definitivamente forma parte de mi historia.
