Por: Pedro Javier Jiménez
Otra semana más de acciones insuficientes para combatir la inseguridad en nuestra ciudad. Por cierto, el general Alejandro Zapata, debe dar esta semana un balance tras el consejo extraordinario de seguridad del pasado mes de septiembre. Se prometió fortalecer las capacidades operativas bajo el plan “Fortaleza”, liderado por el alcalde, pero hasta ahora no se ha visto un avance definitivo en esta lucha que será de largo aliento. Llevamos hablando de seguridad todo el año en Neiva, este tema ha determinado la agenda del señor alcalde, pero es hora de recordarle que Neiva debe avanzar y para ello es muy importante que dé cuentas de las obras inconclusas; próximos estamos a terminar el año y será un periodo más de promesas incumplidas.
El coliseo de voleibol de la comuna 9 sigue “inaugurado”, pero sin estar disponible para la comunidad. El estadio de fútbol continúa siendo el monumento a la incompetencia, mientras que la PTAR es una clara muestra del desprecio de la clase dirigente por la seriedad. Dicen que ha arrancado, pero nadie sabe si es cierto. La Circunvalar del Oriente, a este paso, no será más que otra obra fallida, posiblemente rebautizada como la vía de los 500 años de Neiva, una burla a la falta de gestión eficiente. Y así podríamos continuar, una a una, mencionando las obras de cemento que, gracias a la irresponsabilidad de contratistas y gobiernos ineficaces, nos mantienen sumidos en el atraso.
Lo verdaderamente alarmante es que los ciudadanos hemos normalizado la corrupción y la absoluta ineficacia de nuestros gobernantes. Ya no exigimos resultados, hemos aceptado la mediocridad como norma. El Plan de Desarrollo de Neiva es una burla, un listado de promesas vacías envueltas en la palabra “gestionar”, como si eso fuera suficiente. Son solo promesas, y me atrevo a decir que, en cuatro años, no veremos resultados, porque esa supuesta “gestión” es solo humo.
El Concejo de Neiva tiene la obligación ineludible de poner en la agenda debates serios y realizar una rendición de cuentas inmediata sobre el estado de las obras inconclusas. No podemos seguir permitiendo que la falta de resultados sea la norma.
