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Hace 45 días, el niño Josue, perdió la vida en un accidente ocurrido en el puente del municipio de Garzón a la altura de El Quimbo, cuando la motocicleta en la que viajaba junto a su madre y su abuela fue empujada por unos desconocidos con el fin de hurtarle sus objetos, provocando una caída fatal. El padre del menor, Sergio Monje, expresa su profunda frustración ante la falta de avances en la investigación del caso.
Según señala Sergio, padre del menor, hasta el momento no se ha logrado identificar a los responsables del acto, y no se ha recibido información relevante por parte de las autoridades.
“No ha pasado absolutamente nada; no me han dado razón de nada hasta el momento”, comenta, quien se ha visto en la necesidad de tocar puertas y buscar apoyo para que el caso de su hijo no quede en la impunidad. La falta de testigos presenciales y la oscuridad del lugar al momento del suceso complican la identificación de los agresores. No obstante, la abuela del menor, quien también resultó lesionada en el accidente, asegura que, de ver nuevamente a los responsables, podría reconocerlos.
Sergio lamenta que la situación no haya recibido la atención necesaria y expresa su deseo de que el caso sea tratado con la misma importancia que si se tratara del hijo de una figura de alto perfil en el país. “Estos 45 días han sido muy tristes. Desafortunadamente, no he tenido tiempo de sentarme a extrañar a mi hijo porque he estado ocupado tocando puertas, tratando de hacer esto viral para ver si alguien se toma en serio mi caso. Ha sido muy triste, frustrante y humillante”.
A pesar del dolor, Sergio manifiesta que ya perdonó a los responsables ante los ojos de Dios, como un homenaje a su hijo, quien era un niño noble, sin rencor. Sin embargo, su deseo de justicia sigue intacto: “No voy a descansar hasta que los responsables paguen por lo que hicieron”. Sergio teme que, si no se hace justicia, los agresores puedan causar más daño en el futuro.
El accidente no solo dejó secuelas emocionales, sino también físicas. La abuela del niño, quien resultó herida, ha tenido que someterse a una cirugía y ha recurrido a la recolección de fondos para cubrir los gastos médicos.
El llamado de Sergio es claro: pide solidaridad a los huilenses y a toda la sociedad para que su caso no quede en el olvido y para que se haga justicia por la vida de su único hijo.
