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El personero de Neiva, Wilson Díaz Sterling, revela una situación alarmante en los Centros de Detención Transitorios de la ciudad, especialmente enfocándose en el tema del hacinamiento. Describe las condiciones complejas en las que se encuentran los detenidos, señalando que estos centros, lejos de ser instalaciones penitenciarias convencionales, son bodegas acondicionadas para servir como lugares temporales mientras se resuelve la situación jurídica de los individuos.
“Las condiciones de hacinamiento y salud son críticas. Nos enfrentamos a una situación compleja, marcada por el hacinamiento y condiciones de salud extremadamente precarias”, afirma el personero. La bodega de Alpina, destinada a retener a hombres, tiene una capacidad nominal de 100 personas, pero constantemente supera los 200 detenidos, llegando a mantener entre 220 y 250 individuos. Este flujo fluctuante se debe a la constante entrada y salida de personas no solo de Neiva, sino también de otros 15 municipios bajo la jurisdicción de este centro de detención transitoria.
El problema se agrava con la falta de compromiso por parte de los municipios para proporcionar instalaciones adecuadas, incumpliendo con la ley que exige sitios específicos para condiciones especiales, como las de mujeres detenidas. El traslado del pabellón femenino desde el Caguán a Neiva no ha mejorado la situación, ya que los lugares no están debidamente acondicionados, lo que resulta en una constante vulneración de los derechos de esta población.
En cuanto a las cifras, Díaz Sterling revela que la bodega de Alpina ha llegado a albergar más del doble de su capacidad prevista, mientras que la cárcel de Rivera, con una capacidad máxima para 900 personas, estaba registrando un alarmante número cercano a 1400-1500 internos en diciembre pasado.
El personero también expone las dificultades en la administración de la justicia, indicando que la lentitud en la toma de decisiones judiciales prolonga la estancia de los detenidos, llegando en algunos casos a aproximarse al año. Además, la cárcel de Rivera enfrenta problemas de salud pública, incluida la tuberculosis, que ha llevado a la suspensión del ingreso de nuevos detenidos.
La situación de hacinamiento se refleja en la calidad de los servicios médicos, con problemas en la entrega de medicamentos y consultas médicas deficientes. La falta de una IPS local en Neiva empeora la situación, vulnerando el derecho a la salud de las personas privadas de libertad.
La situación crítica en los centros de detención transitorios de Neiva exige una atención inmediata de las autoridades para garantizar el respeto de los derechos de los detenidos y mejorar las condiciones de reclusión. El llamado del personero a la acción resalta la necesidad de abordar este problema urgentemente para evitar mayores violaciones de derechos humanos en la región.
