SeDiceQue…
La opitofagia se ha convertido en el sello de devorar al huilense, o en la urticaria que carcome tristemente a los propios opitas y esta semana ha salido a relucir esa penosa enfermedad sociológica y sicológica, en varios aspectos que impiden ayudar a mejorar la imagen y el desarrollo del departamento, pero dicho brote, ya empieza a hacer de las suyas. Y lo mas triste, no hay vacunas para eso.
Hace 15 días se supo, que durante la escogencia de las 10 mejores hojas de vida a la gerencia de la Federación Nacional de Cafeteros FNC, dirigentes de esta tierra cafetera, estaban apoyando a candidatos foráneos -después se quejan porque el huilense vota por candidato foráneo; pero continuando, un chisme dejó por fuera a uno de los aspirantes; se trata de Edwin Valencia quien, a través de un derecho de petición, hizo un reclamo para saber por qué no quedó seleccionado, pese a cumplir con todas las condiciones. Aún no le han contestado y la mayoria de sus amigos creen que no lo harán.
Esta semana el turno fue para Germán Bahamón Jaramillo, muchos aseguran que estará en la terna, pero desde ya se rumora que no contará con el voto de la tierra que lo vio nacer, simplemente será un ‘contentillo pasajero’ para los huilenses que sueñan con tener gerente propio, pero tal parece que va a primar los intereses personales y no los generales ni los colectivos, acá no importan las 540 familias campesinas cafeteras.
Y este fin de semana, para rematar, se conoció que un huilense demandará la curul del hoy senador Carlos Julio González Villa, la razón, asegura que se debe aplicar la silla vacía.
El departamento se quejaba por la falta de un congresista del Senado para tener a alguien que representará al Huila, sin importar el partido político. Pero se despertó de nuevo la opitofagia, esa reacción que ‘si no es mía no es de nadie’.
Y no es que este mal hacer cumplir la ley, ni sé trata de ser cómplice, de lo ilegal, pero si es bueno revisar con detalles si se está violando o no las reglas, Laultima.com.co consultó con tres expertos y todos coincidieron que en este caso no se da.
La silla vacia, se aplica cuando se condena a una persona elegida por voto popular o cuando se vincula formalmente a un proceso penal por los delitos que se anuncian en el Art 134, o la vinculación se da, después de la diligencia de indagatoria, o cuando lo capturan.
Arturo Char, cuando renunció no lo habían vinculado formalmente al proceso penal, ni tenía orden de captura, otra cosa es que le hubieran citado a indagatoria. Pero dice la Corte Constitucional que, es con la diligencia de indagatoria como se formaliza la vinculación formal al proceso penal. Y es lo que nunca sucedió en el caso de Arturo Char, pues el hoy exsenador renunció antes de materializarse dicha vinculación, por tal motivo no se presenta el fenómeno de la silla vacía.
Opitofagia, infortunadamente a veces se convierte en colombofagia. ¡Qué dolor!
