Redacción La Última
El abogado Vladimir Fernández Andrade de 47 años es el nuevo secretario jurídico de la Presidencia de la República, en cabeza del recién posesionado Gustavo Petro Urrego. ¿Cuáles serán sus retos y cuáles serán sus funciones en la Casa de Nariño? Fernández Andrade es el primer huilense en ocupar un cargo en el alto gobierno.
Con la posesión del mandatario de los colombianos, Gustavo Petro Urrego, poco a poco se va conociendo el nombre de los funcionarios que harán parte de su gabinete. Uno de ellos quien estará muy cerca del presidente será el abogado huilense Vladimir Fernández Andrade.
¿Quién es Vladimir Fernández?
Soy de Neiva, hijo de Hernando Fernández, luchador, juicioso, estudioso, deportista. Estudié en el colegio Salesiano; posteriormente me vine (a Bogotá) a la Universidad Externado de Colombia, estuve toda la carrera siendo el mejor estudiante de mi generación; en el comienzo logré tener la matrícula de honor y también obtener el reconocimiento de mis compañeros, fui elegido por la comunidad de estudiantes como su presidente y representante al Consejo Directivo de la Universidad durante dos años, fui monitor, me dediqué a la academia. Hice dos postgrados, una maestría, soy doctor en Derecho. He escrito un par de artículos, un libro, y he estado dedicado al Derecho.
¿Cómo llega Vladimir Fernández a ser el abogado de confianza de Gustavo Petro?
Nosotros nos conocimos hace varios años, dialogando sobre asuntos que a él le preocupaban, temas jurídicos, temas que tenían que ver con procesos contenciosos. Hace aproximadamente 14 años, nos hicimos amigos; y cuando aspiró a la Alcaldía de Bogotá me hizo varias consultas respecto al tema y empezó a confiar en mí como asesor desde esa época. A mediados del año 2010.
¿Cuándo le dieron la noticia que iba a ser el abogado jurídico de Gustavo Petro? ¿Qué representa eso para usted, y cómo recibió la noticia?
El Presidente se comunicó conmigo hace dos o tres semanas, primero me preguntó si estaba de acuerdo, si lo acompañaba; yo creo en lo que él propuso, veo que tiene todas las ganas de acertar, de hacerlo bien y no equivocarse, de ayudarle a la gente. Yo crecí viendo eso, fui testigo de las luchas de mi papá, sé cómo es esforzarse y luchar por la gente, y buscar soluciones a los problemas de las personas que no tienen quien se preocupe realmente por ellos y siento que es lo que Petro quiere proponer y conseguir. Ese es el objetivo, y yo que fui criado en ese mundo con el ejemplo de mi papá, si puedo contribuir en lo que sea para ayudar lo voy a hacer.
Yo era procurador delegado del Consejo de Estado, yo aquí vine a ganarme la mitad, y a exponer el ‘pellejo’ todos los días, pero lo hago porque me parece que vale la pena sacar adelante este proyecto.
Precisamente, ¿qué tan complicado es ese reto, qué responsabilidad tiene frente a eso?
Toda la responsabilidad de estar pendiente de él, de todas sus decisiones, de los equipos de Gobierno, de los proyectos que se van a presentar, del cambio que se quiere impulsar, que obedezca a una lógica constitucional que esté de acuerdo al marco jurídico, buscar las normas que mejor establezcan la manera de cumplir con ese Programa de Gobierno, de volverlo un Plan de Desarrollo, y establecer los mecanismos para que las cosas se vuelvan realidad. Es una dinámica, que yo no me imaginaba del tamaño que él pretende.
Al conocerse su nombramiento, se destaca que es huilense y es bueno para los opitas, pero también salen a relucir cosas de su pasado. ¿Actualmente está siendo investigado por la Fiscalía?
Que yo sepa no. Todo lo que he hecho es transparente, con todos los documentos y todas mis actuaciones siempre las he puesto de cara a la comunidad y a los órganos de control para que todo esté claro.
Uno tiene circunstancias, debates jurídicos como abogado; yo he ejercido mi profesión de manera independiente y eso me ha granjeado dificultades con quienes no les gusta cómo se ejerce la profesión o cómo uno saca adelante un pleito dentro de todos los cauces legales y establecidos por la jurisprudencia.
Lo juzgan por una conversación que tuvo usted con su primo José Hildebran Perdomo, excontralor del municipio de Neiva. Finalmente ¿Qué pasó con ese proceso?
Fue un traslado que se hizo, mediante eso uno saca el proceso, entrega el poder, muestra que uno está ejerciendo un poder como apoderado dentro de un proceso judicial defendiendo una elección, y que con las actuaciones absolutamente legales el pleito salió adelante; no declararon la nulidad en la elección porque los argumentos que se presentaron y las pruebas que solicitaban fueron negadas y no se tuvieron en cuenta porque carecían de toda técnica y de toda argumentación, y eso se presentó inmediatamente ante las autoridades.
En la actualidad, ¿tiene usted algún proceso en su contra?
No, lo único que puedo decir es que todas mis actuaciones han quedado claras ante los organismos de control.
¿Qué es lo más difícil de llegar a este cargo?
Creo que es la complejidad de todos los temas. Estamos hablando no de un tema en particular, donde se esté trabajando diario con un enfoque, sino que aparecen casos de todo tipo. Eso es demandante y es un reto grandísimo, no tendré el tiempo que tenía antes cuando conceptuaba ante la jurisdicción contenciosa, donde tenía tiempo de revisar. Hay cosas que son realmente inéditas y hay que establecer rutas de solución.
