Salud
Duver Vargas, agente interventor de la EPS Sanitas, visitó recientemente el departamento del Huila para revisar las condiciones en las que se presta la atención médica a los más de 440.000 afiliados de la región. Durante su visita a diversas clínicas y hospitales de Neiva, Vargas se centró en abordar las más de 1.400 quejas mensuales que se registran, principalmente por problemas en el suministro de medicamentos y las barreras de acceso a los servicios de salud.
De acuerdo con el agente interventor, el 85% de las quejas están relacionadas con el acceso y la disponibilidad de medicamentos, mientras que el resto se concentra en cuestiones relacionadas con la infraestructura y la calidad de la atención, especialmente en los servicios de urgencias.
Uno de los principales problemas identificados por Vargas fue la sobrecarga en los servicios de urgencias, donde varios hospitales y clínicas presentan una ocupación que supera la cantidad de camillas disponibles, lo que genera largas esperas y una atención deficiente. Vargas señaló que algunos pacientes han sido mantenidos en urgencias durante más de 24 horas, cuando la normativa establece que todo paciente debe ser atendido y definido en su conducta médica dentro de ese tiempo. El incumplimiento de esta norma, dijo, afecta gravemente la calidad de la atención y la oportunidad de los servicios.
En respuesta a estos problemas, Vargas solicitó a los representantes legales de hospitales y clínicas, como el Hospital Hernando Moncaleano Perdomo, la Clínica Mediláser, la Clínica Belo Horizonte y la Clínica Uros, que implementen planes de mejora que permitan reducir las quejas y mejorar la atención tanto en los servicios ambulatorios como en urgencias. Según Vargas, la falta de humanización en el trato a los pacientes y una comunicación deficiente sobre el estado clínico de los mismos son algunas de las principales debilidades que deben ser corregidas con urgencia.
Uno de los casos más mencionados en las denuncias recibidas ha sido el de la Clínica Belo Horizonte, particularmente por la saturación en los servicios de urgencias y la dificultad para obtener citas médicas. Vargas explicó que las visitas a las clínicas y hospitales tienen como objetivo identificar estas debilidades y exigir la implementación de soluciones inmediatas. En caso de que los planes de mejora no sean efectivos, el agente interventor advirtió que realizará una nueva visita dentro de 30 días para evaluar los avances y, si es necesario, tomar decisiones más drásticas, como la suspensión de contratos con prestadores que no cumplan con los estándares exigidos.
En cuanto a la situación financiera de EPS Sanitas, Vargas indicó que las deudas con las IPS son de carácter corriente y se encuentran dentro de los plazos acordados en los contratos, que oscilan entre 60 y 90 días. Aseguró que la EPS Sanitas mantiene una buena reputación como pagador y que no es este el factor que afecta la calidad de la atención, sino las fallas en la gestión de los prestadores de salud.
Vargas destacó que su intervención busca garantizar una atención de calidad para los afiliados y que, en caso de no observar mejoras sustanciales, continuará tomando decisiones para garantizar que se cumpla con los estándares establecidos en la prestación de servicios de salud. La EPS Sanitas, bajo su gestión, se compromete a mejorar la calidad de atención y reducir las quejas recibidas de los usuarios en el Huila.