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Ante la emergencia ocurrida el pasado 4, 5 y 6 de junio, por el ingreso de aguas del río Magdalena en zonas residenciales del barrio Alcalá, en Palermo, la constructora Berdez inició la ejecución de un plan de mitigación que busca prevenir nuevos desbordamientos y proteger a las comunidades del sector.
Gabriel Mauricio Cardona Gaitán, ingeniero civil de la firma, explicó que las obras consisten en sellar los puntos de entrada del agua a través de un sistema de contención diseñado específicamente para este tipo de situaciones. “La intervención se basa, principalmente, en la instalación de muros provisionales o ataguías, junto con megabolsas rellenas de material granular, como arena o recebo”, detalló. Estos elementos permitirán bloquear lo que él denominó “ventanas” abiertas en el sistema de evacuación de aguas lluvias, el cual originalmente estaba conformado por canales abiertos.
Según Cardona, una de las causas que facilitó la inundación fue que estos canales —diseñados para drenar aguas lluvias dentro del proyecto habitacional— quedaron expuestos durante el aumento inusual del nivel del río ante la apertura de lad compuertas de los embalses El Quimbo y Betania. Por eso, el equipo técnico decidió reemplazar los canales por tuberías cerradas, sobre las cuales se ubican las megabolsas que cumplen una función de sellado y refuerzo estructural.
Cada una de estas megabolsas tiene aproximadamente 2,40 metros de largo, 1,20 metros de ancho y 1 metro de alto. Son rellenadas en sitio mediante el uso de formaletas y mecanismos internos que permiten compactarlas de manera modular. “Estas estructuras se pueden mover, reubicar y manipular con facilidad, lo que ofrece flexibilidad para intervenir diferentes puntos críticos del proyecto”, agregó el ingeniero.
Además del sistema de bolsas, se instalarán válvulas tipo charnela en los ductos pluviales y sanitarios. Estas permitirán el desalojo normal de las aguas desde el interior del proyecto hacia el exterior, pero impedirán el ingreso del agua desde el río hacia las viviendas, en caso de una crecida repentina. “El objetivo primordial es que las aguas del Magdalena no vuelvan a ingresar al proyecto”, afirmó Cardona.
El ingeniero también indicó que la situación fue extraordinaria, ya que no se preveía un aumento tan considerable en el nivel del río. “Nunca se pensó que iban a liberar tanta agua desde las represas. Los volúmenes fueron bastante altos debido a las intensas lluvias en el sur del país”, dijo.
Frente a las inquietudes de la comunidad, Cardona aseguró que la obra busca brindar tranquilidad a los residentes del barrio Alcalá y prevenir que se repita una emergencia similar. Aunque no entregó una cifra exacta, estimó que la inversión en estas labores de mitigación oscila entre los 600 y 700 millones de pesos.
La constructora confía en que esta intervención represente una solución definitiva y técnica al riesgo de inundaciones. Las actividades se ejecutan de manera progresiva y, según el cronograma, avanzan con prioridad en las zonas más vulnerables, con el fin de garantizar la seguridad de las familias afectadas.
