Regional
La crisis sanitaria que atraviesan los centros de detención del país también golpea a los internos de la estación de Policía de Garzón, donde el hacinamiento y la falta de atención médica motivaron la realización de una brigada de salud que atendió a más de 50 personas privadas de la libertad.
La jornada se extendió durante varias horas y permitió cubrir diferentes áreas de atención. Los registros muestran que se practicaron 55 consultas de medicina general y que dos de los pacientes debieron ser remitidos a urgencias. En materia de aseguramiento, 22 internos fueron afiliados al sistema de salud y 37 más realizaron traslado de EPS. También se aplicaron 23 dosis de la vacuna contra la influenza, 12 contra el COVID-19 y cinco contra la fiebre amarilla. A esto se sumaron servicios de peluquería, utilizados por 30 personas.
El operativo contó con la participación de la Secretaría de Salud de Garzón y de profesionales de la ESE María Auxiliadora, además de personal de las EPS Sanitas y Asmet Salud. El médico Néstor Jhalyl Monroy acompañó la jornada junto a los equipos de vacunación y de aseguramiento.
La estación de Policía de Garzón alberga a decenas de personas en proceso judicial, pese a haber sido concebida como un espacio de paso. En esas instalaciones permanecen detenidos por tiempos prolongados, lo que ha llevado a las autoridades locales a organizar brigadas periódicas de salud para atender las necesidades acumuladas de esta población.
En esta ocasión, la atención se centró en resolver trámites de afiliación, actualizar esquemas de vacunación y realizar valoraciones médicas básicas. Varios de los internos no tenían definido su aseguramiento en el sistema de salud, situación que impedía acceder a consultas y tratamientos. Con las gestiones realizadas, las autoridades locales esperan que los trámites faciliten la continuidad en la atención médica en los próximos meses.
Las cifras de la brigada dan cuenta de la magnitud del esfuerzo. Más de medio centenar de personas fueron atendidas en un solo día, entre ellos pacientes que requerían valoración inmediata, internos que completaron esquemas de vacunación y otros que recibieron por primera vez un servicio de peluquería en el lugar de reclusión.
En Garzón, como en otros municipios del Huila, las estaciones de Policía se han convertido en espacios de reclusión prolongada y demandan intervenciones constantes en materia de salud. Aunque la jornada representó un avance en la atención de esta población, la situación de fondo sigue generando necesidades que obligan a mantener estos operativos de manera frecuente.
