Redacción La Última
En las calles de Neiva, un accidente de tránsito reciente, en el que se vio involucrada una ambulancia que se prendió en llamas al chocar contra un árbol por exceso de velocidad, desató la indignación de la ciudadanía. Los conductores de estos vehículos, señalados como un peligro en el volante, compiten desenfrenadamente por llegar primero a la escena y cobrar el denominado Seguro Obligatorio Accidentes de Tránsito (SOAT). Este fenómeno, conocido como la “Guerra del SOAT”, ha convertido las vías de la ciudad en un escenario caótico y peligroso para la integridad de peatones y conductores.
Competencia mortal
Las ambulancias, en su afán de recoger heridos, se enfrentan en una feroz competencia. Algunos centros de salud reconocen comisiones por los pacientes que ingresan y dejan el pago del SOAT, lo que ha alimentado esta problemática durante los últimos años en Colombia. Las calles de Neiva se convierten así en pistas de carreras mortales, donde la seguridad de peatones y conductores está en juego.
El terror de la ‘guerra del SOAT’
La “Guerra del SOAT” se ha convertido en una pesadilla para los habitantes de Neiva. Testimonios indignados describen cómo estas ambulancias no respetan en ningún momento semáforos, peatones ni normas de tránsito, transformando la simple travesía por la ciudad en una experiencia temeraria. La falta de consideración y el desprecio por la seguridad vial han llevado a situaciones extremas, catalogadas como “muerte súbita” por algunos ciudadanos.
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Impacto de la velocidad
La gravedad de la situación se evidenció recientemente cuando la tripulación de la ambulancia resultó con graves lesiones al chocar su vehículo contra un árbol, posteriormente se prendió en llamas, todo esto motivado por el exceso de velocidad. Gracias a la reacción de la comunidad los ocupantes pudieron ser evacuados, de lo contrario el saldo hubiera sido fatal. ¿Cuántos accidentes más deben ocurrir antes de que las autoridades regulen este servicio?
Pregunta sin respuesta: ¿Por qué no regulan este servicio?
Aunque en Neiva hay un debate constante sobre la necesidad de regular el servicio de ambulancias, las iniciativas de las autoridades hasta la fecha han quedado solo en palabras. La “Guerra del SOAT” se ha salido de las manos de las autoridades competentes en Neiva, quienes no han logrado poner en cintura a estas empresas que priorizan la velocidad sobre la seguridad.
Imprudencia en las vías
A pesar de los esfuerzos de las autoridades por crear conciencia sobre la seguridad vial, las imprudencias en las vías de Neiva son cada vez más frecuentes. El exceso de velocidad se ha convertido en el principal catalizador de los accidentes, poniendo en riesgo la vida de quienes transitan por las calles de la ciudad.
Incentivos peligrosos
La denominada “guerra del centavo”, alimentada por el pago del SOAT en la atención de siniestros, ha convertido a las ambulancias en participantes involuntarias de una carrera mortal. La velocidad se ha vuelto una herramienta para ganar comisiones, y las calles de Neiva son el escenario de esta competencia peligrosa. La falta de regulación y la posibilidad de que varias empresas no paguen salarios mínimos contribuyen a la problemática.
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Cifras impactantes
Los antecedentes hablan por sí mismos. Una ambulancia arrolló a un paciente en su afán por “recogerlo”, y en 2018, un conductor causó la muerte de dos motociclistas. Casi 20 heridos, cerca de 5 muertos y aproximadamente 50 casos que requieren resarcir daños materiales son el saldo de los accidentes con ambulancias en los últimos tres años en Neiva.
Llamado urgente a la acción
La pregunta resuena en las mentes de los ciudadanos de Neiva: ¿Cuántos accidentes más deben ocurrir antes de que se acabe la “Guerra del SOAT”? La preocupación aumenta al incrementarse el número de casos relacionados con esta problemática. Es hora de que las autoridades tomen medidas efectivas, regulen el servicio de ambulancias y garanticen la seguridad en las vías. La vida de los ciudadanos no puede estar en riesgo debido a una competencia peligrosa por obtener beneficios económicos.
Incluso la competencia por recoger al paciente hacen perder la etica de los profesionales que operan la ambulancia, desencadenado una serie de irregularidades en la que hasta los mismos paramédicos de las ambulancias por recoger un herido resuelven el tema a golpes mientras la víctima agoniza en el suelo, ahora, si se trata de un paciente que sufre alguna complicación que no esté asociada con un accidente te de tránsito, las ambulancias se demoraron horas o simplemente no llegarán a socorrer al paciente.
