Redacción La Última
En una rueda de prensa que se hizo de manera conjunta a nivel nacional, las familias de los jóvenes denominados ‘primera línea’ señalaron que no están de acuerdo con que sus hijos sean gestores de paz, como lo ha propuesto el presidente Gustavo Petro.
Aseguran que no hay garantías, pues sus hijos están siendo estigmatizados y esa estigmatización pone en riesgo sus vidas.
Así lo señaló el papá de Kevin David García, “como padre no estoy de acuerdo porque pese a que el presidente tenga la mejor voluntad con los muchachos, quienes no están de acuerdo los van a acabar”, advirtió.
Esta misma posición tienen los demás padres de familia, que temen que sus hijos sean víctimas de exterminio, como sucedió con la UP y como sucede con los reincorporados de las FARC.
Además denuncian que las dificultades vividas por los jóvenes en la cárcel fueron muchas. Afirman que hubo malos tratos, mala alimentación, precarias condiciones de salubridad y poca atención en salud. Además, advierten que muchos terminaron con problemas psicológicos.
“Mi hijo necesita que un profesional hable con él, una persona capacitada, que hable con él. Con todo lo que vivió en la cárcel él quedó traumado, hemos tenido con mi esposa el miedo de que nos llegue la noticia de que se quitó la vida porque lo ha manifestado varias veces”, denunció Luis Orlando García, padre de Kevin David García.
La familia de Pablo Lima, también reseña lo mismo, “psicológicamente no está bien, duerme poco y se levanta asustado. Él piensa que aun está en la cárcel y eso no lo deja dormir, vive con muchos nervios, toda la familia hemos estado analizando si entra al proceso como vocero o no, porque no hay garantías”, afirmó su padre Eugenio Lima
Consecuencias de la estigmatización
Afirman también los familiares de los jóvenes, que la estigmatización ya les ha hecho mucho daño, a su vez que señalan que sus hijos son inocentes.
La suegra de Vanessa Cabrera dice que la afectación ha sido tanto psicológica como económica, “ella tiene casa por cárcel, pero ha recibido mucha estigmatización, ha sido perseguida. A mi hijo lo sacaron del trabajo cuando se enteraron de que era el esposo de ella”, expresó Sandra García Rojas.
Y añade, “no me gustaría que fuera gestora de paz, hay muchas dudas, todavía la ultraderecha nos está gobernando y por eso no estoy de acuerdo”.
Es así que lo único que le piden al presidente Gustavo Petro es que los jóvenes puedan salir en libertad y con las garantías necesarias para resguardar su vida.
