Neiva
En las últimas horas, se conoció un caso de discriminación por parte de una institución educativa de la ciudad de Neiva, que decidió negarle a una menor de edad el cupo escolar para el próximo año académico. La madre aseguró que el Colegio Empresarial de Los Andes, se rehusó a recibirla tras revelar que su hija fue diagnosticada con un trastorno de ansiedad.
Según la denuncia, después de que la madre diera a conocer el informe de evaluación psicológica de su hija el pasado mes de mayo, el colegio tomó la decisión de no renovarle el cupo para el año 2025. “El Consejo Directivo se reunió para analizar la continuidad y el cupo para el año lectivo 2025 de varios estudiantes, y conociendo el caso de la estudiante, como Colegio y pensando en el bienestar y salud mental de la menor, se informa a la madre de familia el cambio de colegio, teniendo en cuenta el Artículo 23 del Manual de Convivencia, y se asigna compromiso académico”, comunicó el colegio a la familia de la pequeña.
El diagnóstico médico revelaba perturbación de la actividad, de la atención y un trastorno de ansiedad. La madre, quien solicitó no ser identificada para proteger la privacidad de su hija, señaló que la decisión del colegio fue un ckaro acto de discriminación.
Todo comenzó cuando la madre notó cambios en su hija, como dolores de cabeza frecuentes y un bajo rendimiento académico durante el primer período de 2024, cuando la niña cursaba sexto grado. “Me extrañó que la niña llegaba con dolor de cabeza casi todos los días, y este fue el motivo por el cual consulté al pediatra de la EPS, quien me dijo que la niña estaba teniendo un cuadro de estrés que derivaba en esos dolores y en el acné que presentaba. Por eso la remitió al psicólogo”, relató la madre.
Además, la madre decidió realizar por su cuenta una evaluación neuropsicológica a su hija, ya que observaba un bajo rendimiento académico y otras falencias escolares. “Siempre fui yo quien tuvo la intención de apoyarme en el colegio, pidiendo al director de grupo, a la coordinación y al área de orientación escolar una reunión para dialogar sobre lo que estaba viendo en mi hija”, aseguró.
¿Estigmatización?
La madre aclaró que el acompañamiento médico de su hija está siendo gestionado exclusivamente por la EPS, incluyendo consultas semanales con psicólogos y terapias ocupacionales y conductuales. “En ningún momento se le ha pedido al colegio que nos apoye en ese sentido. Solo les pedí ayuda en el ámbito educativo”, enfatizó.
En respuesta a un derecho de petición presentado por la mamá de la estudiante, en el que solicitaba “información detallada sobre la decisión tomada, incluyendo los fundamentos legales y pedagógicos que motivan la negativa del cupo de mi hija” y “la justificación formal de las instancias que el colegio ha tomado para abordar la situación, como adaptaciones curriculares, apoyo psicológico o remisión a profesionales de salud mental”, el colegio respondió que la madre había manifestado “una serie de exigencias y/o requerimientos incondicionales y extremos”, que, según la institución, buscaban “evitar cualquier tipo de afectación moral o psicológica que pudiera sufrir la estudiante durante la jornada escolar”, incluyendo la necesidad de contar con personal especializado.
Ante esto, la madre respondió: “En ningún momento les hice exigencias de ningún tipo. Fui como una mamá preocupada a exponerles la situación y pedir ayuda, mostrando mi vulnerabilidad y la de mi hija, pero ellos aprovecharon para cerrarnos las puertas y negarle el cupo en el colegio. Para mí, esto es discriminación y estigmatización”.
La madre asegura que no busca presionar al colegio para que cambie su decisión, ya que la familia ha decidido que la niña no seguirá estudiando en esa institución. Sin embargo, denuncia que “en pleno siglo XXI no deberíamos hablar de discriminación en los planteles educativos. Los niños y niñas merecen una educación inclusiva. El tema de salud mental no puede quedar solo en debates públicos, mientras en las instituciones educativas persisten estas estigmatizaciones”.
Además, la familia de la niña destacó que, aunque el Colegio Empresarial de los Andes ha mejorado en aspectos académicos, infraestructura y marketing digital, “les falta algo fundamental, que es la empatía. Están trabajando con niños, niñas y adolescentes que atraviesan diversas circunstancias, y tal vez solo necesitan un poco de atención y ayuda tanto en su familia como en el colegio”.
Según el último informe médico sobre la menor, “la paciente actualmente no cuenta con ninguna patología, trastorno o síndrome diagnosticado que requiera atención especial; se está llevando a cabo un proceso de estimulación y fortalecimiento cognitivo para mejorar su desarrollo”.
Por su parte, el colegio ha ofrecido a la familia la posibilidad de apelar la decisión ante el Consejo Directivo, que revisaría el caso y emitiría un dictamen final.
