Judicial
El municipio de Baraya, en el norte del departamento del Huila, ha sido escenario de amenazas y hostigamiento dirigidos a varios de sus concejales. Recientemente, el concejal y presidente del Concejo de Baraya, ubicado en el norte del Huila, Aminton Cardoso Aragonés, recibió una carta el pasado 25 de noviembre en la que se le exigía su renuncia en un plazo de 72 horas. La carta fue dejada en su domicilio, lo que generó alarma por la seguridad del funcionario y de su familia.
Cardoso de 21 años, uno de los concejales mas jovenes del departamento, ha venido reportando diversas situaciones anómalas a las autoridades locales, relacionadas con intimidación y vigilancia hacia su persona. A pesar de las amenazas, el concejal continuará asistiendo a las sesiones del Concejo, aunque modificará su rutina diaria para evitar posibles riesgos. Además, ha decidido no realizar desplazamientos hacia zonas rurales, como medida de precaución.
El hostigamiento no se limita a este caso específico. Varios concejales del municipio han sido víctimas de persecuciones similares, aunque muchos prefieren no hacer públicas las amenazas por temor a represalias. La situación también afecta a funcionarios de otros municipios cercanos en el norte del Huila, quienes enfrentan circunstancias de intimidación similares.
A pesar de haber solicitado protección a la Unidad Nacional de Protección (UNP), el concejal Cardoso Aragonés del partido Nuevo Liberalismo, no cuenta con un esquema de seguridad. La UNP realizó una entrevista con él tras un incidente en el que un sujeto armado lo interceptó mientras viajaba hacia Neiva, pero aún no se ha ofrecido una respuesta formal en cuanto a medidas de protección.
