Por: Jorge García Quiroga Licenciado en Educación Física y Magister en Administración de Empresas
Opinión
La educación virtual ha crecido de forma acelerada en Colombia y el mundo. Su accesibilidad, flexibilidad y menor costo han llevado a que cada vez más universidades ofrezcan programas en línea, transformando la forma en que las personas acceden a la educación superior.
Muchas instituciones han desarrollado plataformas avanzadas y modelos de enseñanza innovadores, pero también existen programas con fallas en infraestructura y calidad. Aun así, estos últimos han captado un gran número de estudiantes, representando un reto para las universidades tradicionales.
En el Huila, donde la educación superior ha avanzado en las últimas décadas, las universidades locales podrían enfrentar serios problemas si no se adaptan a esta nueva realidad. La demanda por educación en línea sigue en aumento, y esto podría reducir la matrícula en programas presenciales, afectando la sostenibilidad de las instituciones regionales. Según el Ministerio de Educación Nacional, en 2023 el 34% de los estudiantes de educación superior en Colombia estaban inscritos en programas virtuales, y esta cifra sigue creciendo. Un informe de la Corporación Universitaria Iberoamericana señala que en 2024 el número ha aumentado al 38%, lo que demuestra una clara tendencia hacia la virtualización educativa (Ibero, 2024).
No se trata de decir que un modelo sea mejor que otro. La educación presencial y virtual tienen sus ventajas y desventajas, pero el riesgo está en que las universidades del Huila pierdan relevancia si no evolucionan con los cambios en la demanda educativa. Mientras más instituciones nacionales e internacionales fortalezcan su presencia digital, más difícil será para las universidades locales competir.
Otro desafío clave es la preparación de los egresados para el mercado laboral. Las universidades que integran herramientas tecnológicas y metodologías híbridas están formando profesionales con habilidades digitales avanzadas, lo que puede darles una ventaja sobre aquellos formados en modelos más tradicionales. De hecho, un estudio de 2024 reveló que el 72% de los empleadores en Colombia valoran positivamente a los graduados de programas virtuales con competencias tecnológicas y de autogestión (Ibero, 2024).
Para evitar una crisis en la educación superior del Huila, las universidades de la región deben invertir en tecnología, capacitar a sus docentes en enseñanza digital y desarrollar programas en línea de alta calidad. También deben crear alianzas con empresas tecnológicas y fomentar la investigación en educación digital.
La educación virtual no es una moda, sino una transformación irreversible. Las universidades del Huila tienen la oportunidad de evolucionar y competir en este nuevo entorno o, de lo contrario, podrían quedar rezagadas en el panorama educativo nacional e internacional. Es fundamental que las instituciones locales comprendan que el cambio no solo es necesario, sino urgente. La modernización de sus programas, la integración de metodologías híbridas y la adopción de tecnologías innovadoras son pasos clave para garantizar su sostenibilidad. Además, deben reforzar la calidad de su oferta académica para mantener su relevancia y atraer estudiantes que buscan flexibilidad sin sacrificar el nivel educativo. Solo aquellas universidades que logren adaptarse a esta nueva realidad podrán asegurar su permanencia y crecimiento en un entorno educativo en constante evolución.