ECONÓMICAS
El Ministerio de Hacienda propuso aplicar una retención en la fuente del 1,5% a las operaciones realizadas por medio de Bre-B, el sistema de pagos inmediatos del Banco de la República. El cobro también alcanzaría a plataformas como Nequi, dale! y otras billeteras digitales, pero solo cuando las transacciones correspondan a ventas de bienes o servicios, no a transferencias personales.
El texto plantea equiparar las reglas tributarias entre los pagos realizados con tarjetas de crédito o débito y aquellos que se efectúan por medios electrónicos. Actualmente, las compras con tarjeta están sujetas a una retención del 1,5%, mientras que las transferencias digitales no lo están. Con el ajuste, ambos mecanismos tendrían el mismo tratamiento fiscal.
De acuerdo con el proyecto, la retención sería efectuada por el comprador al momento del pago virtual, descontando del valor total los impuestos, tasas o propinas que estén incluidos en la transacción. Cuando el pago se tramite a través de un agregador o intermediario financiero, será esa entidad la encargada de realizar la retención, y el comprador quedará exento de hacerlo.
La iniciativa también modifica disposiciones del Decreto 1625 de 2016, que reúne la normativa tributaria vigente. En los casos en que ya existan tarifas de retención superiores al 1,5%, prevalecerán las establecidas en cada reglamento.
Desde la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) aseguran que la medida no constituye un nuevo impuesto, sino un mecanismo de recaudo anticipado que luego puede descontarse en la declaración correspondiente. Según la entidad, se busca “lograr una mayor equidad entre los diferentes medios de pago y fortalecer el control sobre las operaciones electrónicas”.
Sin embargo, algunos expertos advierten que el efecto podría ser contrario al esperado. Francisco Muñoz, asociado senior de Baker McKenzie Colombia, considera que “cualquier impuesto o retención que afecte los sistemas de pago electrónicos podría frenar el uso de plataformas como Bre-B y desincentivar la digitalización de las finanzas”.
El documento está disponible para comentarios y observaciones de la ciudadanía, antes de ser aprobado de manera definitiva. El Gobierno insiste en que la medida busca modernizar el sistema tributario sin castigar el comercio electrónico, pero el debate sobre su conveniencia apenas comienza.
