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¿Atlético Huila se va de Neiva?, crece incertidumbre entre la afición opita

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Atlético Huila vive una de las etapas más inciertas de sus 35 años de historia. La clausura del estadio Guillermo Plazas Alcid y la falta de soluciones estructurales han puesto al club al borde de un cambio drástico que podría llevarlo a abandonar Neiva.

El cierre del escenario fue oficializado el pasado 11 de agosto, tras una revisión técnica que evidenció grietas, filtraciones y debilitamiento de columnas y graderías. El informe de la Alcaldía de Neiva, avalado por la Dimayor, ordenó la suspensión inmediata del ingreso de público por riesgo estructural. Con esto, el Huila quedó sin casa, sin hinchas en las tribunas y sin ingresos por taquilla, una fuente clave para la supervivencia del equipo.

El Guillermo Plazas Alcid, inaugurado en 1980, tiene capacidad para cerca de 12.000 espectadores y ha sido el epicentro del fútbol huilense durante más de cuatro décadas. Sin embargo, el deterioro no es nuevo. En 2016, el colapso de la tribuna occidental durante unas obras de remodelación dejó cuatro personas fallecidas y diez heridas. Desde entonces, los trabajos se detuvieron y el estadio quedó con una estructura incompleta y en constante riesgo.

La crisis económica que ahoga al club

El cierre del estadio llegó en un momento difícil para el Atlético Huila. El equipo descendió nuevamente a la categoría B en 2024 y su economía quedó golpeada por la reducción de ingresos televisivos y el retiro de algunos patrocinadores. A esto se sumó la imposibilidad de jugar con público, lo que recortó de manera drástica su flujo de caja.

La posibilidad de mudarse de ciudad

Frente a este panorama, distintas versiones apuntan a que la dirigencia del Atlético Huila evalúa trasladar su sede deportiva a otra región del país. Informes de medios nacionales como Caracol Radio, ESPN, AS e Infobae coinciden en que los directivos estudian escenarios en el Valle del Cauca para disputar allí los partidos del próximo año.

El periodista argentino Mariano Olsen reveló que entre las opciones se encuentran el estadio Pascual Guerrero de Cali y el estadio Raúl Miranda de Yumbo.

El traslado, de darse, significaría un cambio histórico. Neiva se quedaría sin fútbol profesional por primera vez desde 1990 y el departamento perdería una de sus principales representaciones deportivas.

Los dueños del club y el modelo que divide opiniones

Desde mayo de 2023, el Atlético Huila pertenece mayoritariamente a la Sociedad Farlay S.A., una firma ecuatoriana que posee el 95 % de las acciones. La empresa está vinculada al Grupo Independiente del Valle, reconocido por su modelo de gestión deportiva en Ecuador.

El grupo tiene experiencia en la construcción de infraestructura propia. En 2021 inauguró el estadio Banco Guayaquil, un moderno complejo con capacidad para 12.000 personas, ubicado en Sangolquí, a las afueras de Quito. Este proyecto fue financiado con capital privado y se convirtió en ejemplo de sostenibilidad en el fútbol sudamericano.

Esa comparación despertó debate entre la afición huilense, que se pregunta por qué los nuevos propietarios no plantean una inversión similar en Neiva. En lugar de fortalecer el proyecto local, la posibilidad de un traslado genera molestia entre los seguidores, quienes reclaman respeto por la historia del club y por la afición que lo ha acompañado durante décadas.

La falta de respuestas de gobiernos anteriores. Hoy busca recuperar la tribuna occidental

Desde que ocurrió la tragedia, la Alcaldía de Neiva y la Gobernación del Huila han prometido la recuperación del Plazas Alcid, pero los avances son casi nulos. La posibilidad de tener un estadio digno, gira entre estudios y proyectos de reforzamiento estructural, sin embargo no ha habido una salida y la falta de presupuesto aleja cada día más ese sueño de la afición opita de volver a tener activo el principal escenario deportivo del departamento.

El Instituto de Deportes del Huila confirmó que la reconstrucción total del estadio podría costar más de 90 mil millones de pesos, una cifra que el municipio no está en capacidad de asumir sin apoyo del Gobierno Nacional. Por ahora, el plan consiste en recuperar la tribuna occidental, con un costo de 56 mil millones de pesos; el Concejo de Neiva en el mes de agosto, le aprobó a la administración municipal 28 mil millones de pesos, mientras que la Gobernación del Huila se comprometió con los otros 28 mil millones.

Un símbolo en peligro de desaparecer

El Atlético Huila no es solo un equipo. Es parte de la identidad regional. Desde su fundación en 1990, el club ha representado el orgullo del sur del país, con temporadas memorables, dos subcampeonatos de liga y un título internacional con su equipo femenino.

Su salida de Neiva no solo tendría un impacto emocional. También afectaría a cientos de familias que dependen del movimiento económico que generan los partidos, desde vendedores ambulantes hasta transportadores y pequeños comerciantes.

El fútbol ha sido un punto de encuentro para los neivanos y un espacio de identidad para el Huila. Si el equipo se marcha, la ciudad perdería mucho más que un espectáculo deportivo.

Una cuenta regresiva que aún tiene final abierto

El próximo 29 de noviembre el Atlético Huila cumplirá 35 años de fundación. La celebración, que debería ser motivo de orgullo, podría coincidir con una de las decisiones más difíciles de su historia.

Por ahora, el club sigue entrenando en Neiva y disputando sus compromisos de visitante mientras define su futuro. La afición espera que el diálogo entre la dirigencia y las autoridades locales evite una partida que dolería en el alma del departamento.

El tiempo corre y la pelota está en el aire. Si no se actúa pronto, Neiva podría quedarse sin su equipo insignia y el fútbol colombiano perdería una de sus plazas más tradicionales.