Redacción La Última
Como parte de un convenio entre las Autoridades del Agua del gobierno de los Países Bajos – DWA y la CAM, se implementó un Bio-filtro con fibra de coco para el control de gases y olores en la PTAR de Nátaga.
Un novedoso sistema compuesto por filtros biológicos que emplea la fibra de coco y microorganismos para tratar los olores que se producen al remover los contaminantes de las aguas servidas, está siendo utilizado en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales PTAR de Nátaga.
Se trata del Bio-filtro con fibra de coco para el control de gases y olores, implementado como resultado del convenio de cooperación técnica InspirAgua suscrito entre las Autoridades del Agua del gobierno de los Países Bajos – DWA y la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM, que será modelo para los demás municipios del departamento del Huila.
“Gracias a la cooperación de los expertos holandeses y como parte del proceso de intercambio de conocimientos y experiencias objeto del convenio, se realizaron obras de optimización y se implementó un Bio-filtro con fibra de coco”, dio a conocer Leonel Obregón, profesional de aguas residuales de la CAM.
El profesional de la máxima autoridad ambiental huilense, explicó que con este Bio-filtro se extrae los gases del sistema de tratamiento anaerobio y se pasan a través de un sustrato de fibra de coco que se mantiene húmedo con rocío de agua, en el cual las bacterias presentes en esa fibra natural, neutralizan los gases generadores de olores ofensivos.
Control de olores
La exitosa experiencia fue expuesta durante la capacitación teórico – práctico a operarios de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales – PTAR, en la que se intercambiaron conocimientos sobre sistemas aerobios, anaeróbios y control de olores.
“En una planta de tratamiento anaeróbica se produce el ácido sulfhídrico que es un ácido o gas que produce malos olores y con este filtro que está relleno con fibra de coco, se tratan los olores y se reducen”, aseguró Karin Bertens Zorzano, del Grupo Inspiragua de Holanda.
La experta del Gobierno de Países Bajos explicó que en las fibras de coco crecen bacterias que se dedican a tratar estos olores y el ácido sulfhídrico se reduce en otros componentes, haciendo que el aire quede libre de estas impurezas.
“La caída del agua genera suficiente turbulencia por lo que los gases salen libres y son acumulados, y con un ventilador transportados hacía el filtro de coco que hace que el gas suba desde el filtro reduciendo los malos olores”, expresó Bertens Zorzano.
Para poder realizar los procesos biológicos dentro del filtro, es necesario que el material del coco se mantenga húmedo, así también la biomasa y las bacterias que se encuentran en el material se mantienen vivas y pueden realizar estos procesos de manera óptima, aseguró la experta holandesa quien sustentó que “para poder verificar si el filtro funciona de la manera correcta, se puede medir el percolado, que es el agua que sale del filtro, pero también se puede medir el gas sobre el filtro con un medidor, el cual sino suena es porque el gas que sale del filtro ha removido el ácido sulfhídrico, lo que significa que funciona bien”, puntualizó Bertens Zorzano, del Grupo Inspiragua de Holanda.
