Por: Pedro Javier Jiménez
Llegó diciembre, un mes que no solo trae la alegría y la nostalgia de las festividades, sino también la oportunidad de reflexionar sobre lo que fue el 2024. Este ha sido un año clave para Neiva, marcado por el inicio del gobierno del ingeniero Germán Casagua, quien llegó con promesas de cambio y esperanza para nuestra ciudad. Sin embargo, el balance que podemos hacer hoy está lejos de ser alentador.
La campaña publicitaria “Neiva Te Ama” fue, en sus primeros meses, el estandarte de esta administración. Pero más allá del eslogan y la ilusión que generó, los resultados en las calles son casi inexistentes. ¿Cuánto costó? Lo que parecía una invitación a la transformación terminó mostrando lo que ya muchos temían: una herramienta más para pagar favores de campaña. Hasta ahora, ese supuesto amor por Neiva no ha sido más que un fracaso rotundo.
No todo ha sido negativo. La doctora Natalia Rodríguez, secretaria de Educación, ha demostrado ser una excepción en esta administración. Su trabajo eficiente y responsable ha comenzado a poner orden en una dependencia que históricamente ha sido difícil de gestionar. Igualmente, la doctora Edna Johana Cruz, secretaria de Movilidad, ha hecho esfuerzos importantes por mejorar el tráfico y la movilidad, controles constantes además de acciones para fomentar la educación vial. No obstante, los resultados están lejos de ser suficientes: la falta de autoridad y cultura ciudadana sigue cobrando vidas y perpetuando el caos en nuestras calles.
El doctor Ducuara, secretario de Gobierno, tampoco ha tenido un año fácil. La inseguridad sigue siendo uno de los problemas más graves de Neiva. Las estrategias adoptadas, muchas de ellas recicladas de administraciones anteriores, no han funcionado. A esto se suma la ausencia de resultados en temas clave como la implementación de cámaras de seguridad. No ha podido Ducuara traer los famosos recursos del Ministerio del Interior anunciados por allá en abril o mayo, un proyecto que fue anunciado con bombos y platillos pero que, hasta ahora, no ha pasado del papel. Los resultados del plan Fortaleza nos siguen manteniendo tras las rejas de nuestras casas a causa de la latente inseguridad.
Por su parte, el alcalde Germán Casagua parece haber perdido el contacto con la ciudadanía. Su liderazgo, vibrante durante la campaña, hoy se percibe distante y frío. Ejemplo de ello fue su negativa a apoyar un proyecto que buscaba otorgar ayudas económicas a las madres comunitarias, precisamente en su día. O la imagen reciente de la Guardia Campesina limpiando la toma para embellecer el alumbrado navideño, y las famosas convocatorias ciudadanas que en campaña hacía el movimiento Acciones por Neiva, hoy brillan por su ausencia, así como brilló todo el año el alcalde por su lejania con la comunidad. Pero sí le dijo a la ciudad como si fuera un chisme que en un acto heroico recuperó la plata del alumbrado navideño, como si él no fuera parte de la Junta Directiva, y en otro acto de falta de planeación hasta el final tocó buscar ese dinero. En fin.
Si algo requiere atención inmediata es la Secretaría de Competitividad y TIC. Neiva necesita, con urgencia, un proyecto económico que marque la ruta hacia el progreso. Es inaceptable que nuestra visión colectiva sea tan limitada que un empresario externo, en menos de una hora, pueda explicar con claridad el camino hacia el desarrollo mientras la administración local no ofrece soluciones concretas. El secretario de esa cartera se raja, y no se vayan a comer el cuento del titular de ayer que pregonaba que el desempleo estaba por el piso, pues en la misma nota, argumenta que lo que hay es gente cansada de buscar oportunidades y ya se declara fuera del interés de buscar empleo, qué ironía. Edwin Valencia, secretario de Competitividad, debe reevaluar su ruta y ejercer liderazgo.
Diciembre debe ser un mes de reflexión, no solo para los ciudadanos, sino especialmente para quienes lideran nuestra ciudad. ¿Hacia dónde vamos y qué queremos para Neiva?
Neiva tiene el potencial de ser una ciudad vibrante y próspera, pero para ello necesita liderazgo, visión y decisiones firmes. La pregunta no es qué hemos hecho hasta ahora, sino qué estamos dispuestos a hacer para transformar esta ciudad.
Postre: Los 80 mil van a mil, ojo con los concejales y sus debates.