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¿Por qué criticar a James Rodríguez?

Por: Jorge García Quiroga

James Rodríguez es uno de los futbolistas más destacados que ha dado Colombia al mundo. Con su habilidad técnica, su visión de juego y su capacidad para marcar goles, ha brillado en equipos de talla mundial como el Real Madrid y el Bayern de Múnich. Sin embargo, a pesar de su éxito internacional, muchas veces es víctima de críticas despiadadas en su propio país. En lugar de valorar los logros de su carrera, muchos colombianos prefieren enfocarse en lo negativo, sin reconocer el verdadero impacto que James ha tenido tanto dentro como fuera del campo.

Lo que muchos no ven es que James Rodríguez es un ejemplo de profesionalismo. A lo largo de su carrera y a pesar de los altibajos normales en el rendimiento de los deportistas, ha mantenido una imagen limpia y respetuosa, sin involucrarse en escándalos mediáticos. En un mundo donde muchos futbolistas son conocidos por sus controversias fuera del campo, James ha logrado mantenerse firme, demostrando que su prioridad siempre ha sido el fútbol. Este comportamiento ejemplar es algo que debería ser más valorado y reconocido.

La crítica a James solo se justificaría si fuera por comportamientos indebidos, mal trato hacia las personas o actitudes que realmente empañen su imagen. Sin embargo, hasta la fecha, James ha demostrado ser un profesional que respeta tanto a sus compañeros de equipo como a los fanáticos. Lejos de escándalos o malos tratos, su trayectoria se ha caracterizado por su seriedad y su enfoque en el trabajo. Por tanto, las críticas que se le hacen por decisiones personales o deportivas no tienen base en su comportamiento ni en su ética profesional.

En este sentido, el reciente paso de James hacía el fútbol mexicano y su decisión de no firmar con el Junior de Barranquilla son solo muestras más de cómo toma decisiones pensadas en su bienestar profesional. Muchos lo criticaron por esta elección, pero lo cierto es que James tiene la libertad de escoger dónde desea trabajar, al igual que cualquier otro profesional. Además, cuando James llega a un equipo, su presencia lo transforma. Los clubes que lo fichan no solo ganan en rendimiento deportivo, sino que también experimentan un importante crecimiento financiero gracias a su capacidad para atraer la atención mediática y de patrocinadores. Donde llega James, los equipos crecen y se mueven financieramente. Esto es un claro reflejo del impacto que tiene su figura tanto dentro como fuera del campo.

Lo irónico es que muchos de los colombianos que critican a James por sus decisiones están, al mismo tiempo, buscando los canales para ver el fútbol mexicano, donde él juega ahora. La contradicción es evidente: mientras se le ataca, su presencia en el fútbol de este país genera más interés y visibilidad para el deporte colombiano. Su capacidad para levantar el perfil de un equipo, generar ingresos y atraer la atención mediática es algo que debería ser reconocido, no minimizado.

En lugar de criticar, necesitamos aprender a valorar su esfuerzo y dedicación. James Rodríguez es un ejemplo claro de lo que significa ser un profesional, alguien que ha logrado destacar en el fútbol mundial sin recurrir a escándalos ni comportamientos indeseables. Lo que realmente necesitamos son más colombianos como él, que no solo brillen en su deporte, sino que también representen los valores de perseverancia, disciplina y respeto. Deberíamos dejar de lado las críticas innecesarias y comenzar a apoyar a nuestros deportistas, reconociendo que su éxito es también el de toda Colombia.

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