Por: Jorge García Quiroga
Licenciado en Educación Física y Magister en Administración de Empresas
Opinión
La falta de actividad física es un problema creciente en Colombia, con impactos negativos en la salud y la calidad de vida de la población. Según el estudio “Evolución y carga financiera de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) en Colombia: 2010-2021”, la incidencia de enfermedades como la diabetes, el cáncer y las afecciones cardiovasculares ha aumentado de manera preocupante. La falta de ejercicio contribuye significativamente a este problema, lo que resalta la urgencia de fomentar la actividad física en todas las edades.
Nunca es tarde para comenzar. No importa la edad ni la condición física actual; lo más importante es tomar la decisión de empezar. La actividad física regular ofrece beneficios inmediatos y a largo plazo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y mejorando la calidad de vida. Sin embargo, en Colombia, la cifra de personas que practican deporte sigue siendo alarmantemente baja.
Datos del Departamento Nacional de Estadísticas (DANE) indican que solo el 11.5% de los colombianos practica alguna actividad física de manera regular. Esta cifra es extremadamente baja en comparación con otras regiones como la Unión Europea, donde más del 50% de la población realiza actividades deportivas con frecuencia. La ausencia de hábitos deportivos no solo afecta la salud individual, sino que también representa un desafío para el sistema de salud pública, que enfrenta altos costos asociados al tratamiento de enfermedades prevenibles mediante el ejercicio.
Un análisis de 136 estudios observacionales y de intervención en 2.6 millones de adultos demostró que la práctica de deportes recreativos tiene beneficios comprobados para la salud física. Se encontró que el ciclismo reduce la mortalidad general en un 21%, la mortalidad por cáncer en un 10% y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en un 20%. Asimismo, el fútbol contribuye a mejorar la composición corporal, la función cardiovascular y la regulación de la presión arterial. Deportes como el tenis, la natación y el atletismo también han demostrado ser eficaces en la reducción del riesgo de enfermedades crónicas y en la mejora del bienestar general.
Fomentar la actividad física desde la infancia hasta la vejez es una estrategia clave para mejorar la calidad de vida de los colombianos. Más allá de los beneficios físicos, el deporte tiene un impacto positivo en la salud mental, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, promueve la disciplina, el trabajo en equipo y el sentido de comunidad, aspectos fundamentales para el desarrollo social.
El reto ahora es impulsar políticas públicas que incentiven el acceso a espacios adecuados para la práctica deportiva y fomenten la educación sobre hábitos saludables. Se requiere una mayor inversión en infraestructura deportiva, programas de actividad física para todas las edades y campañas de concienciación sobre la importancia del ejercicio regular.
La actividad física es un pilar fundamental para la salud y el bienestar de la sociedad colombiana. La promoción del deporte debe convertirse en una prioridad nacional, con el compromiso del gobierno, las instituciones educativas y la comunidad en general. Solo así se podrá reducir el impacto de las enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida de las futuras generaciones.