inicioOpiniónLa política arancelaria de Trump

La política arancelaria de Trump

Por : Andrés Calderón
Economista

Opinión

Desde que fue dado por hecho el regreso de Trump a la Casa Blanca el pasado mes de noviembre, este se dedicó más que nada a hablar de tarifa, ha puesto en primer lugar de sus estrategias económicas la implementación de una política arancelaria proteccionista que va dirigida a países que históricamente han sido socios estratégicos, una decisión que sorprende, pues se pensó desde un principio que esta llamada guerra comercial iba a ser en contra de sus principales competidores, como por ejemplo China.

La propuesto de Trump, que según parece da inicio esta semana y el mismo anunció desde sus primeras horas como presidente en ejercicio, contempla en principio el ajuste tarifario a dos grandes economías de América, Canadá y México, sus vecinos y principales socios comerciales, pero también a China quien no solo es uno de sus principales socios comerciales, sino también su principal competidor en ciencia y tecnología.

Las políticas arancelarias de Trump pueden tener muchas interpretaciones, pero son vistos por la mayoría de analistas de la política internacional principalmente en dos aspectos en los que coinciden mayoritariamente; uno, la preocupación por el debilitamiento de su economía frente a nuevos jugadores, principalmente asiáticos; segundo, estos aranceles son usados como una forma de generar presión para lograr que los lideres del mundo (presidentes) hagan lo que él quiere, es una medida de fuerza, una batalla cuya principal arma es el arancel que a la larga no será impuesto.

Por supuesto estos temores se justifican desde el punto de vista económico para el gabinete Trump, pues Estados Unidos ha venido presentando balanza comercial negativa en aumento, su comercio exterior representa cerca de 27% de su PIB de los cuales pesan más las importaciones (OMC, año 2023) pues estas fueron de U$3.172.514 y sus exportaciones fueron del valor de U$2.019.542 (cifras en millones de dólares). Las cifras nos indican que Estados Unidos en el último año de reporte de su economía, previo al proceso electoral, tuvo un desbalance comercial del 4,7% del PIB. Este país no tiene balanza comercial positiva desde los años 70 y los valores que ronda hoy son casi que constantes desde el año 2000, situación que le ha llevado a perder control de mercado y capacidad creadora.

Pero desglosemos un poco el significado de la política arancelaria, vista por supuesto como estrategia comercial, principalmente. Los aranceles son impuestos que los gobiernos imponen a la entrada de bienes y servicios en sus países, lo que hace que su costo sea más alto, por lo que los hace poco competitivos, fortaleciendo así los productos nacionales. Pero esta estrategia dejó de usarse con la llegada de la globalización, después de la segunda guerra mundial y más próximamente en los años 80 y 90 cuando los gobiernos empezaron a encarrilarse hacia la implementación de los nuevos modelos de libre mercado y desarrollo de la competitividad, en donde proliferaron los tratados de libre comercio. Colombia tiene 18 acuerdos vigentes, el primero fue en el año 93 con México y Venezuela, y con Estados Unidos lo firmo en el año 2012.

Pero, quienes pierden en este escenario del que algunos sugieren no es otra cosa que la declaratoria de una guerra comercial producto de la fanfarronería de Trump y una estrategia de política interna. En este escenario México y Canadá pueden verse altamente afectados, pues sus economías dependen mucho del comercio con Estados Unidos, y aunque China es una economía más fuerte y diversificada, también se vería afectada porque hoy tiene balanza deficitaria con EE. UU., le vende una gran cantidad de autopartes y metales para el desarrollo científico. Sin embargo, el gigante norteamericano también se vería afectado, pues el aumento en los ingresos por concepto de arancel que augura tener en su esquema tributarios no tendría grandes repercusiones, está lejos de ser el más importante, siendo la principal fuente de ingresos la renta, la nómina y renta corporativa.

Una de las principales causas negativas para EE. UU. por su política proteccionista a través de la subida de arancel, podría ser que se generara un proceso inflacionario, que contrario a la idea de fortalecimiento de la economía podría ocasionar crisis, pues muchos de los productos de tecnología se hacen fuera de sus fronteras, especialmente en china, para lo que adaptar la cadena de suministros no solo podría tardar años, sino también muchos millones; la inteligencia artificial sería una de las más impactadas.

En todo caso tanto Canadá como México ya anunciaron tomarán medidas, y este fin de semana próximo la presidenta Claudia Sheinbaum parece ser se dirigirá a su país anunciado las estrategias para contrarrestar las medidas de Trump. Mientras tanto el mundo entero está a la expectativa de lo que pueda pasar en este nuevo escenario de política comercial global al que apuestan los norteamericanos, que puede generar una crisis económica global.

Lo más leido