Redacción La Última
En la ciudad de Neiva y el departamento del Huila, las ambulancias privadas se han convertido en un actor clave dentro del sistema de atención prehospitalaria. Sin embargo, en los últimos años, estas unidades de emergencia han sido objeto de controversia debido a la competencia desmesurada entre las diferentes empresas que operan en el sector.
En su afán por captar pacientes, algunos servicios de ambulancia han adoptado prácticas que, lejos de priorizar la salud, están generando caos, confrontaciones y, en muchos casos, poniendo en peligro la vida de quienes requieren atención urgente.
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El caos en las frecuencias de radio
Uno de los comportamientos más preocupantes ha sido la interferencia de las ambulancias privadas con las frecuencias de radio utilizadas por las autoridades locales, como la Policía, los Bomberos y la Secretaría de Salud. Estas frecuencias son vitales para la coordinación eficiente de las emergencias en la ciudad, pero algunas ambulancias han interrumpido estas comunicaciones en su intento por captar pacientes. Esta falta de coordinación ha provocado conflictos entre los propios servicios de emergencia, que en lugar de trabajar de forma colaborativa, se enfrentan por el control de los pacientes. Esta competencia no solo dificulta la atención adecuada, sino que también retrasa la respuesta ante situaciones críticas.
Motocicletas: Un negocio de riesgo
Otro aspecto que ha generado alarma es el uso de motocicletas como un señuelo para atraer la atención de las ambulancias privadas. En Neiva, como en otras partes del país, los motociclistas son uno de los grupos más vulnerables en los accidentes de tránsito. Sin embargo, algunas ambulancias parecen preferir un accidente de moto antes que otro tipo de emergencia, ya que esto les garantiza un paciente rápido y, a menudo, una atención más lucrativa. De esta manera, el sistema de atención se ha desviado de las verdaderas emergencias, convirtiendo la atención médica en un negocio en lugar de un servicio esencial. Esto ha generado una grave preocupación entre las autoridades y la comunidad, ya que pone en riesgo la vida de quienes realmente necesitan atención urgente, y también retrasa la intervención en otros accidentes más graves.
La “marca de propiedad”: Dispositivos ortopédicos como señales de competencia
Quizás una de las prácticas más inquietantes es el uso de dispositivos ortopédicos, como los inmovilizadores cervicales, con fines comerciales. Este aparato, que debería utilizarse con el único objetivo de estabilizar a los pacientes con posibles lesiones en el cuello, ha sido utilizado por algunas ambulancias para “marcar” a los heridos como propios. Es decir, la primera ambulancia en colocar un inmovilizador cervical se adjudica la responsabilidad del paciente, lo que les otorga el control sobre el traslado y el tratamiento. Este enfoque, claramente mercantilista, evidencia una vez más que la competencia por pacientes está por encima de la atención médica de calidad, lo que podría tener consecuencias negativas para la salud de los pacientes.
La larga espera por la atención médica
Las víctimas de accidentes de tránsito son las más afectadas por esta situación. Laura, una joven huilense, sufrió un grave accidente de tránsito hace algunos meses. A pesar de las graves lesiones y la falta de recursos del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), se vio obligada a luchar por recibir atención y rehabilitación adecuada. El caso de Laura no es único, ya que son muchas las personas que se ven obligadas a batallar contra un sistema que parece priorizar intereses económicos antes que el bienestar de los pacientes.
En muchos casos, la atención médica llega tarde o es insuficiente, y las víctimas se enfrentan a una larga espera para ser atendidas, lo que agrava aún más sus condiciones. Las denuncias sobre la falta de recursos, la descoordinación y las malas prácticas dentro del sistema de ambulancias son cada vez más frecuentes.

La crisis de mortalidad en accidentes de tránsito
Uno de los factores más alarmantes de este caos es el aumento en la mortalidad por accidentes de tránsito, especialmente entre los motociclistas. Según estadísticas de la Policía de Tránsito del Huila, las cifras de víctimas fatales siguen siendo elevadas, y el número de accidentes en los que las ambulancias están involucradas también ha crecido en los últimos años. Las autoridades locales reconocen que este aumento en los accidentes es preocupante y han señalado la necesidad urgente de tomar medidas para frenar esta tendencia.
La Secretaria de Movilidad de Neiva, Edna Johanna Cruz, expresó su preocupación en una entrevista reciente, señalando que ya en lo que va del año, se han registrado 16 accidentes de tránsito que involucraron a ambulancias. “En cinco de estos casos hemos logrado intervenir y hacer los informes correspondientes, pero en los otros casos, los conductores de ambulancias y los propietarios de las IPS optan por llegar a acuerdos económicos privados, lo que impide que el organismo de tránsito pueda tomar medidas efectivas”, explicó Cruz.
A pesar de que la Secretaría de Movilidad ha impuesto más de 15 comparendos a ambulancias por infracciones como exceso de velocidad, no atender señales de tránsito o pasar semáforos en rojo, estos esfuerzos no han sido suficientes para controlar la situación. La falta de un marco normativo más actualizado y la permisividad de acuerdos transaccionales han contribuido a que el sistema de ambulancias se vuelva cada vez más caótico.
Reformas en camino
La Secretaría de Movilidad y la Secretaría de Salud de Neiva están trabajando en conjunto para mejorar el sistema de emergencias médicas, en especial el sistema de ambulancias. En 2018, se aprobó un acuerdo municipal conocido como el Sidemi, que regula la atención prehospitalaria en la ciudad. Sin embargo, este acuerdo ha quedado obsoleto y necesita ser actualizado para abordar los nuevos retos que enfrenta el sector. La Secretaría de Movilidad está en proceso de elaborar un nuevo manual operativo y un decreto que permita un mejor control sobre las ambulancias y garantice una atención más eficiente y segura.
“Lo que buscamos es una mayor regulación, que no solo se enfoque en la habilitación de ambulancias, sino también en su control para evitar que sigan ocurriendo estos incidentes. Necesitamos más herramientas para poder sancionar las malas prácticas y garantizar que el servicio de ambulancia sea realmente lo que los ciudadanos esperan: una atención médica eficiente y responsable”, señaló Cruz.
La necesidad de una regulación más estricta
Aunque los esfuerzos por mejorar el sistema de ambulancias en Neiva y el Huila están en marcha, la situación sigue siendo preocupante. Las autoridades locales insisten en la necesidad urgente de una regulación más estricta y un control más efectivo sobre los servicios de ambulancia. La competencia desmedida, las prácticas mercantiles y la falta de coordinación están poniendo en riesgo la vida de miles de personas, y la única forma de garantizar una mejora en el servicio es una intervención más decidida por parte del gobierno.
El sistema de ambulancias en Neiva y el Huila está enfrentando serias dificultades. La competencia desmesurada, las malas prácticas y la falta de regulación están afectando la calidad de la atención prehospitalaria, y las víctimas de accidentes de tránsito son las más perjudicadas. Para que el sistema funcione de manera efectiva y eficiente, es crucial que las autoridades locales tomen medidas urgentes para regular el sector y garantizar que la atención médica sea prioritaria, por encima de los intereses económicos. Solo así se podrá asegurar que las ambulancias cumplan su verdadero propósito: salvar vidas.