Por: Andrés Calderón
Hace una semana el ministerio de Salud y Protección Social informó que, para el periodo 2025, el valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) subirá en un 5,36% valor que claramente es superior al porcentaje de inflación revelado por el DANE para el año 2024. Para mayor claridad en el tema, desglosamos el concepto: la UPC, es el valor anual que se asigna a cada afiliado al sistema general de seguridad social en salud (SGSSS) para cubrir los servicios del Plan Obligatorio de Salud (POS) que, con el aumento en mención, queda en $1,521,489.60 lo que equivale a un valor diario de $4,226.36 es decir, es este el valor que paga el gobierno nacional a través de las EPS a las IPS por la prestación de los servicios de salud a todos los que no cotizan.
La noticia, debo decir que no lo esperaba, causó un aparente escozor, revuelo entre dueños y amigos del privatizado sistema, allí por supuesto salieron a reproducir mentiras y dudas sobre el tema senadores, candidatos presidenciales, periodistas y empresarios, todos opositores del actual gobierno. La indignación, la insuficiencia de los recursos para poder cubrir el sistema, lo que generara una supuesta crisis financiera que cortaría tratamientos y servicios generales. Pero ni Bruce Mac Master, ni Anif y Acemi, principales promotores de esta idea dicen la verdad.
El mismo ministerio en la resolución 2717 de 2024, aclara que el proceso de fijación de la UPC 2025 se basó en información reportada por las mismas Entidades Promotoras de Salud (EPS) de los regímenes contributivo y subsidiado. Sin embargo, el análisis técnico evidenció inconsistencias significativas en los datos suministrados por las EPS, lo que restó confiabilidad a los datos de los insumos necesarios para determinar un incremento preciso, y el mismo ministerios destaca “A pesar de que un número considerable de EPS participó en el proceso de reporte a través de plataformas como PISIS y SIREPS, el Ministerio de Salud y Protección Social identificó anomalías como incrementos abruptos en patrones de uso, certificaciones de gasto sin cierre financiero y valores pagados por servicios que no correspondían al comportamiento histórico”.
En entrevista a la W radio, la Exministra Carolina Corcho con mucha claridad y conocimiento del sistema aclara, el aumento efectivamente está por debajo de las expectativas de las EPS pero por encima de la inflación, valor que se aproxima a los 100 billones de pesos. Lo que pasa, dice la Corcho, es que se ha generado un poder del sistema concentrando en 309 EPS el 76% de la facturación del sistema de salud cuando el total son 11 mil, lo que representa un rubro de cerca de 70 billones concentradas en sus mismas clínicas con manejos no transparente de la información.
De acuerdo con el ministerio de salud, se ha demostrado que el riesgo financiero y catástrofe des sector que viene de muy atrás, obedece a corrupción en el manejo de los recursos que administran las EPS. Un análisis de los estados financieros de estas entidades promotoras de salud evidencian un desfalco de 13 billones de pesos en los últimos cuatro años, recursos que se desvían descaradamente para compra de propiedades y actividades que nada tienen que ver con el sistema, pero que si engorda el bolsillo los dueños y gerentes de estas instituciones, recursos que seguramente en una buena porción terminan financiando campañas electorales de quienes defienden como perros rabiosos el actual sistema en el congreso.
En resumidas cuentas, la inconsistencia de los datos sumado a los hechos de corrupción denunciados en el sistema, no generar un estado de confianza en la postura de las IPS que justifique un mayor aumento de la UPC. El manejo a discrecionalidad de la información por parte de las empresas de la salud va en contravía del sistema, lo que de manera prístina llamaron los griegos “el gobierno democrático” lo que es el gobierno del poder público, o sea, lo contrario a lo privado, lo que es de todos, y en ese escenario, no debe haber secreto alguno frente, en este caso, a la información del sistema de salud. Lo que aquí se evidencia, es uno de los mas grandes y macabros hechos de corrupción de la historia de Colombia y con el mayor descaro, esos mismos que se roban la plata del sistema quieren hacer creer a la ciudadanía que esto es cuestión simplemente del incremento de la UPC y por supuesto, de este gobierno.