Por: Pedro Javier Jiménez
En esta primera columna del año, quiero dirigirme a usted, estimado lector, para invitarlo a incluir en sus propósitos anuales un compromiso fundamental: ser un gran ciudadano. Sí, uno consciente de que su actuar marca el presente y el futuro de nuestro territorio, que puede contribuir a hacer del Huila una tierra verdaderamente grande y ayudar a Neiva a salir del atraso y letargo en el que lleva más de una década sumida.
Prométase a usted mismo ser solidario con su ciudad: cuide su limpieza, respete las normas de seguridad y educación vial, y, sobre todo, preocúpese por lo que hacen nuestros dirigentes. Salga a apoyar las decisiones acertadas y no tema alzar la voz cuando la gestión gubernamental sea ineficaz. Recuerde lo que sucedió con los 80 mil millones aprobados como un “aguinaldo navideño”: solo cinco concejales hablaron en nombre de la mayoría, mientras que los otros 14 optaron por votar sin entender el daño y el riesgo en qué dejan a nuestra ciudad.
Prométase exigir a los gremios y a las universidades que tomen un rol activo en la planificación territorial. Que no sean espectadores pasivos, sino actores firmes que defiendan las causas comunes por el progreso y el desarrollo. Es necesario que se conviertan en parte integral del control social y trabajen por el bienestar colectivo.
Este 2025 será un año clave. Será el momento de escuchar a quienes aspiran a representarnos en el Congreso y de formar parte activa de un estado de opinión que premie a los líderes comprometidos y castigue a quienes han traicionado su palabra.
Para la administración municipal, este año marcará la mitad del periodo constitucional. Pero desde ya sabemos que proyectos importantes como el estadio, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) o la Circunvalar del Oriente no serán realidad en esta administración. Solo nos queda esperar que las “megaobras” financiadas con el crédito de los 80 mil millones no sean un nuevo fracaso.
Así que, con la bendición de Dios, iniciemos este año con optimismo y con el firme compromiso de ser buenos ciudadanos. Que el 2025 sea un año en el que no solo soñemos con el recuperar a Neiva, sino que también trabajemos para hacerlo realidad.