ECONÓMICAS
El 14 de febrero de 2025 se venció el plazo para que los empleadores pagaran las cesantías correspondientes al año 2024. Según la normativa vigente, los empleadores tienen desde el 1 de enero hasta el 14 de febrero de cada año para realizar este pago. En caso de no cumplir con este requisito, las empresas pueden enfrentarse a sanciones, que incluyen multas o incluso procesos judiciales. ¿En qué puede utilizarlas?
Las cesantías son una prestación social destinada a proteger a los trabajadores cuando finalizan su relación laboral. Este beneficio, estipulado por la Ley 50 de 1990, corresponde a un pago equivalente a un mes de salario por cada año de trabajo o proporcionalmente por fracciones de tiempo laborado. Es importante destacar que las cesantías no son una bonificación adicional, sino un derecho laboral destinado a proporcionar un soporte económico durante períodos de desempleo, entre otros usos.
¿Cómo calcular las cesantías?
El cálculo de las cesantías es sencillo y depende del salario que el trabajador haya recibido durante el periodo laboral. Para calcular el valor a recibir, se debe considerar lo siguiente:
Salario mensual ordinario: Se toma el salario que el trabajador haya recibido de manera habitual, sin incluir horas extras, bonificaciones, ni pagos extraordinarios.
Tiempo laborado: El monto total de cesantías se calcula con base en el tiempo trabajado en el año, es decir, un mes de salario por cada año trabajado. Si el trabajador ha laborado menos de un año, se calcula de forma proporcional.
Por ejemplo, si un trabajador devenga un salario mensual de $2.000.000 y ha trabajado 6 meses, el valor de las cesantías será la mitad de un salario mensual, es decir, $1.000.000.
¿Cómo puedo utilizar mis cesantías?
Las cesantías son un ahorro obligatorio que realiza el empleador en favor del trabajador, y deben ser consignadas en un Fondo de Cesantías elegido por el empleado. El retiro de estas cesantías solo puede realizarse bajo tres condiciones específicas:
En caso de desempleo: El trabajador puede utilizar las cesantías para cubrir necesidades básicas como alimentación, arriendo, transporte y otros gastos esenciales, siempre y cuando se haya dado por terminado su contrato laboral.
Para educación: Las cesantías también pueden ser utilizadas para el pago de programas de educación básica o superior. Esto incluye matrículas de pregrado o posgrado, así como pagos relacionados con la educación de los hijos del trabajador, como colegios o programas educativos no formales (por ejemplo, cursos de idiomas o diplomados).
Para compra o mejora de vivienda: Este beneficio también puede destinarse a la adquisición, construcción o remodelación de vivienda. Las cesantías pueden ser utilizadas como abono para el pago de una cuota inicial, el capital de un crédito hipotecario, o incluso para el pago de impuestos relacionados con la propiedad, como el impuesto predial o de valorización.
El pago oportuno de las cesantías es una obligación de los empleadores, y su uso debe ajustarse a las condiciones que la ley establece, garantizando así un respaldo económico a los trabajadores en momentos clave de su vida.