inicioOpiniónMas descentralización y autonomía en las regiones… más cambio!

Mas descentralización y autonomía en las regiones… más cambio!

Por: Fredy Tovar Montenegro

Los argumentos con que la ultraderecha defendió sus propuestas para ser gobierno y que la llevó a la derrota, se centraron en pendejadas tan insulsas como las famosas frases nos vamos a volver como Venezuela, a Colombia la van a entregar a las FARC, los niños y niñas se van a volver homosexuales y lesbianas, nos va a gobernar el Castrochavismo, el dólar se va disparar más allá de los cinco mil pesos, la inflación se va a disparar a limites nunca antes vistos, la economía va a caer en una depresión sin precedentes; en fin una tracalada de mentiras llenas de miedo y de odio, que sin entrar a profundizar en la discusión, no calaron en el imaginario colectivo de la mayoría de los colombianos y hoy las cifras, los indicadores económicos y los datos sociales las desmienten; por el contrario varias de las transformaciones y reformas propuestas por el gobierno actual son hechos de verdaderos cambios.

La concepción centralista del Estado es una de las diversas causas generadoras de desigualdad, inequidad y desequilibrio social entre la periferia y el centro, o como lo ha llamado el senador Ariel Ávila, es una de las causantes del Apartheid geográfico entre las regiones y las grandes capitales. El senador Ávila ha sido el ponente de la reforma al sistema general de participación (SGP) que fue aprobada en la semana que termina.

En mi criterio pienso que esta reforma es quizás una de las más importantes de los últimos años, tan revolucionaria y transgresora del Status Quo comparable al proceso de Paz desarrollado con las FARC.

Es quizás más importante que la reforma tributaria, laboral, a la salud, a las pensiones, etc. pues será una reforma que combatirá la desigualdad. Está concebida como antídoto a ese círculo vicioso de violencia, inequidad, incapacidad institucional y condiciones mínimas de desarrollo que soporta la periferia.

Los índices de pobreza multidimensional más altos del pais se encuentran justamente en las regiones donde se conjugan problemáticas tan complejas como el narcotráfico, el narcoparamilitarismo, el ELN, el Clan del golfo, el estado mayor central de las disidencias de las FARC, las bandas criminales, la minería ilegal, el tráfico de personas, el tráfico de animales silvestres, la pobreza extrema, la ausencia del Estado y como telón de fondo los municipios y departamentos con menores presupuestos, con menores porcentajes de recaudos y de transferencias en el sistema general de participación.

Regiones como el Pacifico colombiano, departamentos como Amazonas, Chocó, Caquetá, Huila, Guainía, Guaviare, Casanare, Arauca, Meta, Guajira, Nariño y las regiones del Magdalena Medio y del Darién entre otros, son los más afectados con este fenómeno y en su condición periférica es donde encontramos las tasas más altas de homicidios, los menores niveles de educación, los porcentajes más bajos en las pruebas saber, las mayores tasas de defunción infantil, en fin todos las problemáticas sociales criticas de nuestra nación.

La reforma en mención plantea pasar del 24% de transferencias actuales a un 39.5% de transferencias del SGP en un periodo de 12 años. Es claro que, si se va a entregar más dinero a las regiones, se afectará el presupuesto nacional, en concordancia hay que transferir también una lista de funciones y responsabilidades del gobierno nacional que pasaran a ser del resorte de las regiones y los municipios.

Por lo anterior, el congreso tendrá que debatir una nueva ley de competencias, que además de responsabilidades entregará autonomía.
Uno de los debates en contra de la aprobación de la reforma, argumentaba que en las regiones hay corrupción, lo cual es innegable, pero tampoco podemos negar que la corrupción campea en el orden nacional, por tanto, no puede ser contraargumento del desarrollo y autonomía en las regiones, el flagelo de la corrupción.

El verdadero reto estará en manos de las comunidades y su decisión consciente a la hora de votar, de elegir sus gobernantes. No podemos seguir eligiendo a las castas tradicionales, a las famiempresas electorales, a los caudillos de apellidos repetitivos en el poder, como si el poder fuera hereditario o cuestión de nepotismo.
El cambio debe continuar!

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