Regional
El centro poblado de El Juncal, ubicado en la zona rural del municipio de Palermo, enfrenta un problema de contaminación atmosférica que afecta gravemente la calidad de vida de sus habitantes. La comunidad denuncia una constante presencia de olores nauseabundos, que se describen como “olores a podrido”, y que según los vecinos, se perciben con mayor intensidad en determinadas horas del día.
Una ciudadana en representación de la comunidad expresó que “los olores que se perciben son olores podridos, son olores abundosos en estos momentos que la población misma no aguanta”. Añadió que este problema afecta no solo el bienestar de los adultos, sino también el descanso de los niños, quienes “no pueden dormir bien por los malos olores que los rodean”. El testimonio revela que los olores son más intensos durante la noche, especialmente entre las 11 p.m. y las 3 a.m., y dependen de la dirección del viento. “Si el viento está a favor, el olor llega a El Juncal, que está ubicado a solo 1.5 kilómetros de la industria responsable”, indicó.

La industria mencionada en las denuncias es una planta procesadora que, según los habitantes, opera las 24 horas del día, los siete días de la semana, generando un impacto constante en la población local. A pesar de las quejas, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM no ha podido medir adecuadamente los niveles de contaminación, ya que, según algunos testimonios, los equipos necesarios para ello no están disponibles en la región.
El problema se remonta cuando la población presentó una acción popular para resolver el conflicto. Sin embargo, esta acción parece estancada, lo que ha incrementado la frustración de los habitantes de El Juncal. Los ciudadanos también señalan que no se realizó una consulta adecuada a la comunidad para determinar si la instalación de esta industria en la zona rural era apropiada, lo que viola, según ellos, su derecho a la participación ciudadana.
“El director de la CAM manifestó que no cuentan con los recursos para medir los olores, lo que nos preocupa”, expresó la residente. Sin embargo, la comunidad está decidida a seguir luchando por su derecho a un ambiente saludable. Algunos vecinos consideran que, de no encontrar una solución pronta, recurrirán a medidas más drásticas, como el bloqueo de la carretera que conecta con la industria.
La situación es aún más delicada debido a que la industria, según las denuncias, estaría generando vertimientos contaminantes que afectan las fuentes de agua de la región. Un video difundido por los residentes muestra los vertimientos, lo que refuerza la preocupación sobre el impacto ambiental de la industria.
Los vecinos de El Juncal continúan exigiendo una solución definitiva a la problemática de los olores y la contaminación en su comunidad, mientras esperan que las autoridades ambientales tomen medidas efectivas para mitigar los efectos negativos de la industria en la salud y el bienestar de la población.