Por: Faiver Eduardo Hoyos Pérez
Abogado
Opinión
La reciente llegada de James David Rodríguez Rubio al Club León de México ha generado gran revuelo en el mundo del futbol. Personalmente, como fiel seguidor apasionado por el deporte de la “pecosa”, no puedo evitar reflexionar sobre las dimensiones de lo que significa este fichaje tanto para el jugador colombiano como para la liga azteca.
No ha sido fácil para el capitán de la selección, los últimos años; James ha pasado por momentos difíciles en su carrera. Después de brillar en el Mundial de 2014 celebrado en tierras brasileras y fichar por el Real Madrid, tal vez el club más grande en la historia, parecía estar destinado a convertirse en una de las máximas estrellas del futbol mundial. Lo fue por un tiempo. Sin embargo, las lesiones y la falta de continuidad en los diferentes clubes por los que pasó como el Bayern Múnich, Everton, Al-Rayyan, Olympiakos y Sao Paulo, hicieron que fuera perdiendo protagonismo.
Lejos parecían estar sus días de gloria nuevamente, pero el “10”, siempre ha sido un referente para la “tricolor” y en los momentos de tensión siempre ha destacado. Su paso por el Rayo Vallecano, es capítulo aparte. James, llego a Vallecas después de reencaucharse con Colombia, elegido como el mejor jugador de la Copa América 2024, pero termino siendo borrado por el entrenador, simplemente por no ser de su agrado.
Ahora, con 33 años, busca un nuevo desafío en México, el cual es una nueva experiencia que sin dudas traerá consecuencias inmediatas para el futbol mexicano. Por un lado, la llegada de un jugador de su talla y prestigio internacional es un enorme impulso en términos de marketing y visibilidad para la Liga MX. Su sola presencia ha atraído focos y genera amplias expectativas.
De acuerdo con datos oficiales de la Liga MX, la asistencia promedio a los partidos del Clausura 2025 en la Liga MX se sitúa en 20.746 espectadores aproximadamente. El Club León ya ha superado esta cifra, registrando un promedio de 26.237 aficionados en sus juegos de local. Este dato coloca al equipo guanajuatense por encima de más de la mitad de los clubes participantes en el torneo, superando incluso a equipos de gran tradición como Cruz Azul y Pumas.
Pero más allá del impacto comercial y concentrándonos en lo netamente deportivo, considero que James todavía tiene mucho que aportar. Su calidad técnica, visión de juego y capacidad para marcar diferencias son indudables. En un contexto como el mexicano, donde quizás la exigencia y presión son menores que en las grandes ligas europeas, James ha venido reencontrándose con su mejor versión y poniendo a los hinchas a disfrutar de buen fútbol futbol. En 7 juegos oficiales, ya suma 2 goles y 4 asistencias.
Claro que también existen riesgos e incógnitas. ¿Logrará James mantener ese nivel en el futbol mexicano? ¿Mantendrá la continuidad y evitará las lesiones? ¿Su motivación será la adecuada? Son preguntas que sólo el tiempo podrá responder.
En cualquier caso, como aficionado y seguidor, celebro la llegada de James Rodríguez a la Liga MX. Es innegable, que su fichaje por el León es un golpe de autoridad que eleva el nivel de la liga y logra cautivar más audiencia. Por ende, confió que más allá de los factores extradeportivos, James nos regalará tardes de buen futbol y momentos de magia como los que ya nos ha brindado en el pasado.